Nos espera un invierno duro por los planes de Putin en Ucrania

Nadie se olvida al este y sur de Ucrania de la lenta invasión rusa que avanza . Los últimos días se ha registrado un aumento de los ataques rusos en prácticamente todos los puntos críticos del frente, que, desde Járkov, en el noreste, hasta Jersón y Mykolaiv, en el sur, mide unos 1.000 kilómetros. 

La agresión  continuará, según el Institute for the Study of War, a pesar de que el Ministerio de Defensa ruso haya anunciado una "pausa operativa" para refrescar tropas y equipos bélicos, después de cuatro meses y medio de guerra.

Varios observadores militares han apuntado que parte de la estrategia ucraniana, haciendo de tripas corazón, consiste en ceder territorios provisionalmente a cambio de desgastar lo máximo posible al enemigo. Por eso, los ucranianos habrían aguantado semanas en Sievierodonétsk y en Lysychansk, pese a la evidencia de que, en algún momento, se verían obligados a retirarse. Su objetivo habría sido ganar tiempo hasta que lleguen las piezas de artillería occidentales, y seguir debilitando a Rusia. 

Mientras Rusia reconstruye la destrozada infraestructura ferroviaria del Donbás para poder continuar su ofensiva, Ucrania golpea esa infraestructura, como en Melitópol. La situación bélica, por tanto, se parece cada vez más a un estancamiento. Una guerra de desgaste en la que ninguno de los dos bandos tiene el suficiente empuje, de momento, para noquear al contrario. 

PUTIN QUIERE DESGASTAR A LOS ALIADOS DE UCRANIA

Los expertos dicen que uno de los pilares de la estrategia de Vladímir Putin sea cansar, a Ucrania y sus aliados occidentales.  Ahora la guerra lleva cuatro meses de invasión pero para cuando llegué el invierno la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha firmado que la Unión tiene que estar preparada para un "corte completo del gas ruso". 

12 países en concreto serían los más expuestos a problemas, dada su mayor dependencia de la energía rusa, empezando por Alemania. 

El Gobierno de coalición que encabeza el socialdemócrata Olaf Scholz ya está ajustando la legislación, inspirándose en la crisis del petróleo de la década de los setenta, para poder inyectar dinero en las compañías energéticas y mantener a flote el sector. 

Ante esto la Comisión Europea tendrá que presentar su plan antes del 20 de julio que tendrá que contener medidas de ahorro energético concretas además de un mecanismo de solidaridad para ayudar a los países euroupeos más afectados. 

El mundo occidental también deberá valorar las consecuencias de las posibles hambrunas derivadas del bloqueo del grano ucraniano porque éste podría generar otro frente de presión contra los aliados occidentales en forma de ola migratoria desde Oriente Medio y el norte de África. 

Sobre estas cuestiones la Rusia de Putin no se mueve ni un centimetro desde el inicio de la guerra, el líder soviético quiere llevar al límete al mundo que hoy conocemos haciéndole pasar frió y hambre. 

Seguiremos informando.