Los autores muestran que aunque las emisiones de energía asociadas a la descarbonización son significativas, los beneficios de la descarbonización siguen siendo muy superiores a los costes, e inciden en que cuanto más rápido puedan descarbonizarse las economías y reducir el uso de la energía, mejor.
Los 66 países se suman a 10 regiones, 102 ciudades y 93 empresas, unidos en el objetivo no emitir más gases de efecto invernadero de los que se pueden absorber para mediados de siglo.