El pasado 31 de marzo, una feliz pareja celebraba su boda en la ciudad china de Suzhou cuando de repente su vida cambió por completo. La madre del prometido descubrió ese día que su futura nuera era realmente su hija a la que había perdido hace mucho tiempo.
Bandera de China (EP)
La madre reconoció a la joven por una marca de nacimiento en su mano y preguntó a los padres de la novia si era adoptada. Los padres, sorprendidos porque nunca habían contado a nadie la adopción de su hija, confirmaron las sospechas de la mujer, que explicó que su hija se perdió cuando era pequeña y nunca más había vuelto a saber de ella.
Cuando se enteró, la novia rompió a llorar y explicó que conocer a su madre biológica la había hecho "más feliz" que su boda, según el periódico Oriental Daily News.
Pero de repente otro gran interrogante pesó sobre los novios, que se preocuparon sobre su futuro. Y es que, siendo hermanos no podían casarse. Pero de repente, la madre del prometido explicó que, tras perder a su hija, decidió adoptar a un niño. Así pues, como no había parentesco entre ellos, la pareja pudo casarse.
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