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Según desvela 'The Mirror', el propio primer ministro alentaba a sus empleados a "desahogarse" pese a que estaban prohibidas las reuniones en interiores.
Boris Johnson celebraba los "Viernes del vino" durante la pandemia / @CP
Los medios británicos siguen desvelando fiestas y reuniones clandestinas bajo el mandato de Boris Johnson mientras su población trataba de seguir las restricciones impuestas por el gobierno para contener la expansión del virus. Tras desvelar este jueves ‘The Telegraph’ que hubo dos reuniones festivas en la víspera del funeral del príncipe Felipe de Edimburgo mientras el acto tuvo numerosas restricciones, ahora 'The Mirror' saca a la luz los llamados "viernes del vino" del Primer Ministro y su personal, contrastando con la prohibición de las reuniones en interiores.
En el seno de Downing Street tuvieron lugar todavía más fiestas durante la pandemia del coronavirus, todos los viernes, en las que el personal de Johnson se reunía alentados por el propio Johnson para "desahogarse", que también estaba en ellas regularmente. Además, con una manera de actuar similar a la de las reuniones previas al funeral de Felipe en cuanto al abastecimiento, informa 'The Mirror': el personal incluso invirtió en un refrigerador de bebidas para mantener frescas sus botellas de vino blanco, Prosecco y cerveza.
LOS VIERNES DEL VINO: UNAS FIESTAS PROHIBIDAS QUE ERAN TRADICIÓN
Hay que recordar que en ese momento las reglas prohibían que dos o más personas de diferentes hogares se reunieran en el interior, a menos que fuera "razonablemente necesario" para fines laborales. Y en ese caso, Downing Street aprovechó para aplicar sus propias reglas y justificar sus reuniones.
Los 'viernes del vino' se programaron en los calendarios electrónicos y participaban alrededor de 50 empleados todas las semanas. Las fuentes, cuenta 'The Mirror', dijeron que las reuniones en ocasiones se extendían hasta la medianoche con hasta dos docenas de asistentes bebiendo vino, cerveza y jugando a juegos. Unas fiestas que fueron populares desde el otoño de 2020 hasta la primavera de 2021, cuando el personal ya estaba "fatigado" por las duras restricciones.
Unas reuniones a las que Boris Johnson, pese a las restricciones, siguió asistiendo, del mismo modo que el capitán Steve Higham, entonces asesor de defensa del primer ministro.
LA OPOSICIÓN REÚNE FIRMAS MIENTRAS PIDE SU DIMISIÓN
Aunque Boris Johnson ha pedido disculpas por fiestas anteriores, la oposición ha pedido su dimisión inmediata por estos escándalos, un llamamiento al que se han unido algunos correligionarios de Johnson, como el líder de los conservadores en Escocia, Douglas Ross.
No obstante, mientras se produce o no esa dimisión, se necesitan 54 firmas para que se pueda votar en el Parlamento la continuidad de Johnson y aún se desconoce cuántas hay. De momento no hay un clamor ni una oposición firme y media docena se han pronunciado en contra.
Johnson, que actualmente está encerrado en Downing Street por un caso de COVID en su familia, cuenta de momento con el apoyo de sus ministros, encabezados por la titular de Exteriores, Liz Truss, que le confirmó su respaldo e instó a "pasar página" para centrarse en el gobierno del Reino Unido. Por su parte, el secretario de Estado de Seguridad, Damian Hinds, negó este viernes que exista dentro del Gobierno "una cultura de saltarse las normas" y dijo que su jefe ha mostrado "un liderazgo muy fuerte" especialmente durante la pandemia.
Esta lealtad, asimismo, podría quebrarse cuando Gray dé a conocer las conclusiones de su investigación aunque, según los analistas, es posible que se limite a establecer los hechos sin atribuir responsabilidades individuales.
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