A prisión los padres de un bebé que falleció con 60 huesos rotos

Recurso bebé @ep

Una pareja ha sido condenada a prisión después de que su bebé de ocho semanas muriera con más de 60 huesos rotos en su cuerpo. El ex reservista del ejército británico Benjamin O'Shea, de 26 años, de Southwark, Londres, fue sentenciado a ocho años y medio por causar o permitir que Amina-Faye, de ocho semanas, sufriera daños físicos graves. Su madre, Naomi Johnson, de 24 años, de Battersea, Londres, fue condenada a 7 años. 

Durante sus entrevistas con la policía, Johnson y O'Shea afirmaron que los paramédicos causaron las fracturas sufridas por su hija Amina-Faye, pero un jurado los declaró culpables de causar o permitir que sufriera daños físicos graves.

Amina-Faye tenía 41 fracturas en las costillas y 24 fracturas en las extremidades cuando murió en abril de 2019. El juez Nigel Peters QC, al dictar sentencia en el Tribunal de Londres, dijo que "lamentablemente" este es "otro caso desgarrador de padres que abusan o son crueles con sus hijos", y agregó que "no hay duda de que este es un caso de la más alta gravedad en cuanto a la crueldad con los niños en cuanto a las lesiones".

Los médicos no pudieron establecer la causa de la muerte de "este pobre niño" y no es posible culpar cuál fue el padre causó las lesiones fatales y quién permitió que sucediera. El juez agregó que "es notable en este caso" que no había signos de fracturas, pero los expertos médicos habían determinado que las lesiones no eran accidentales y que era necesario aplicar fuerza.

Los radiólogos encontraron que las fracturas múltiples eran altamente indicativas de que Amina había sufrido abusos físicos continuos.

Johnson y O'Shea llamaron al 999 la mañana del 26 de abril de 2019, después de que Amina dejara de respirar. Los paramédicos llegaron en cuestión de minutos e intentaron salvar la vida de la niña de ocho semanas, pero lamentablemente murió en el lugar.

La Policía Metropolitana dijo que no había signos visibles de lesiones en ese momento y que originalmente se pensó que su muerte fue una muerte súbita e inexplicable. Pero radiografías posteriores mostraron las heridas que había sufrido. El 11 de septiembre de 2019, O'Shea y Johnson fueron arrestados nuevamente bajo sospecha de lesiones corporales graves.