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El presidente Joan Laporta ha concedido este martes una rueda de prensa para dar explicaciones sobre lo ocurrido con los espectadores alemanes el pasado jueves en el partido del Camp Nou.
El presidente Joan Laporta ha concedido este martes una rueda de prensa para dar explicaciones sobre lo ocurrido con los espectadores alemanes el pasado jueves en el partido del Camp Nou.
Comenzaba el acto anunciando las medidas que se tomarán desde el área social del club, ticketing y venta de entradas en los partidos que ha llamado “especiales”. Tratando de explicar una razón a lo ocurrido, comentando que el contexto era el idóneo para que “grupos organizados no oficiales y canales externos al club” hicieran reventa de entradas. A su lado se encontraba Lluís Miquel Venteo, jefe de seguridad del FC Barcelona que en varias ocasiones también tomó la palabra en esta rueda de prensa.
Venteo comentó que "el perímetro del estadio estaba controlado por drones por los que vieron a los 30.000 alemanes en los accesos". Y asi en un principio no vieron problema alguno porque contaban con solo 5.000 con entrada. Sin embargo y bajo su sorpresa, "no pudieron echar al resto porque también tenían. Eso hizo que tuvieran que reubicar los asientos y de esa forma evitar fricciones entre aficionados". Además de denunciar " un mal comportamiento, pero sin incidentes graves de los alemanes, gracias al refuerzo del dispositivo de seguridad y al organizar la salida del campo de forma que primero abandonaron el campo los culés y después los aficionados del Eintracht Frankfurt". Lluís Miquel Venteo acabó su intervención diciendo que "controlarán las entradas por aplicaciones móvil que les permitirá saber quién entra al estadio".
Laporta volvió a tomar la palabra; aceptó que hubo desborde en el sistema y asumió la responsabilidad, aunque dejó claro que el club no vendió todas esas entradas a la afición alemana. Reconoció un error informático por el que 238 entradas fueron a parar a manos germanas. Informó sobre “el seient lliure” que consiste en que el socio o abonado ponga en disposición del club su entrada para que éste pueda venderla. Antes de pasar al turno de preguntas por parte de la prensa, Joan Laporta dijo que su objetivo era conseguir transparencia y pidió a la gente que responda en los próximos partidos.
De hecho, en la primera pregunta aprovechó para mandar un mensaje claro: “amad al Barça y venid, necesitamos el calor de la afición.” Agradeció el comportamiento frente al Cádiz, en el cual no dejaron de animar y pensará en medidas para motivar a la gente para que venga, aunque los resultados ahora mismo no acompañen.
El segundo periodista pregunto al presidente si no veían venir lo que iba a pasar después de ver la cantidad de alemanes por Barcelona por la mañana. Laporta se defendió diciendo que llamó a UEFA antes del encuentro y ésta les dijo que solo 5.000 tenían entradas. Otro periodista le preguntó sobre si creía que deberían haber bajado los precios, pero Laporta, explicó que ya eran bajos. Los socios podían comprar la entrada por 22 euros y los residentes en Catalunya por 26.
Durante toda la rueda de prensa, hubo un gran sentimiento de decepción por parte del máximo mandatario del FC Barcelona, Joan Laporta que se quejó del comportamiento de los socios o abonados que vendieron su entrada haciendo un mal uso o “mala praxis”. Aunque su máxima preocupación son los agentes externos no oficiales e irregulares. Es consciente de que se ha producido una reventa generalizada y cree que, si el ambiente hubiese sido otro, les habría ayudado en el resultado. Piensa en exigir un mínimo de asistencia a los abonados, ya que los estatutos se lo permiten, para que realmente puedan ir los que quieran de corazón. Hizo pública la cifra de socios que hicieron reventa, nada más y nada menos que 7.000, que ya saben quiénes son porque se han de identificar al comprar la entrada.
Otras 500 entradas fueron a parar a la hichada alemana ya que el club pone a la venta “entradas VIP” y el resto no se sabe porque las de los abonados no necesitan identificación.
La UEFA, a pesar de todo, felicitó al FC Barcelona porque, gracias a su actuación de seguridad, evitaron males mayores. Pese a ello, Joan Laporta dijo que contará "con ayuda policial para frenar comportamientos violentos como el hecho de que los bávaros apedrearan el autobús del conjunto catalán a su llegada".
El presidente también tuvo palabras para la “grada animació”, la cual desea que vuelva para animar al equipo, pero no opina sobre su ausencia en el partido ante los gaditanos de este lunes 18. Les necesita para las 7 finales que quedan y por las que Laporta aún no tira la toalla: “Mientras hay vida, hay esperanza”. Aunque para Joan Laporta " la semana santa culé ha sido como la Pasión de Cristo".
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