Los vecinos del Raval documentan 55 puntos de venta de droga en el barrio
Sitúan las calles Cera, Lluna y Sant Bertran como los principales puntos de venta de estupefacientes
El Raval acumula años y años de mala fama a sus espaldas. Todo se remonta al siglo XX, cuando el barrio se llenó de cabarets, tabernas y burdeles, animado sobre todo por su proximidad al puerto y el tráfico de marineros que llegaban a la ciudad Condal. Su fama empezó a precederle, e incluso en 1925 el periodista Àngel Marsà bautizó el Raval como el "Barrio Chino", una zona en la que las personas se acercaban para adquirir drogas y dar rienda suelta a los malos vicios.
Prácticamente un siglo después, la cosa no ha mejorado demasiado. De hecho, la droga sigue siendo un vecino más para los habitantes de la zona, y solo con darse una vuelta por el Raval durante la noche se puede llegar a intuir algunas de las problemáticas más comunes: drogas, robos, peleas... en general, inseguridad que no permite que los vecinos de la zona vivan tranquilamente.
Y no será porque no se haya intentado ponerle remedio. Hay que recordar que el 7 de octubre de 2020 se desplegó un macrooperativo, la operación Coliseo, en el que se detuvieron a 61 personas por tráfico de drogas y se incautaron casi seis kilos de cocaína y marihuana, además de 60.000 euros en efectivo. Este golpe al narcotráfico permitió a los vecinos respirar durante un tiempo y aligerar la tensión, pero poco ha tardado en volver a resurgir.
En los últimos meses según los vecinos se han contabilizado 55 pisos relacionados con el narco tráfico. En estas viviendas, la mayoría de ellas okupadas, se ha registrado la venta de cocaína, heroína, crack o shabú, una droga de origen filipino. No obstante, no se han detectado la presencia de narcopisos, que son las viviendas que combinan la venta y el consumo de sustancias.
¿CUÁLES SON LOS PRINCIPALES PUNTOS DE VENTA DE DROGA?
Hay tres calles en las que se concentra mayoritariamente la venta de droga en el Raval: Cera, Lluna y Sant Bertran. Según los vecinos, hay unos seis pisos gestionados por los camellos en cada una de estas calles.
No obstante, a pesar de que los vecinos conocen esta actividad delictiva, se ha detectado la creciente facilidad con la que los narcotraficantes cambian de ubicación para confundir a quienes quieran investigarlos.
Uno de los vecinos denunciaba que, incluso, se había cruzado con varias personas inyectándose heroína a plena luz del día. "No hay más inseguridad que en la época de la heroína, pero en los últimos años el barrio está más sucio. Hay una dejadez de funciones por parte del Ayuntamiento actual. Deberían sancionar a los incívicos con multas" .
Estas declaraciones van en la línea de un vídeo publicado en Twitter en el que un vecino deja constancia de las jeringuillas tiradas por las calles del Raval al alcance de niños y mayores.
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