Elevan la posibilidad de que el asteroide YR4 impacte contra la Tierra en 2032

El asteroide ‘patatoide’ podría impactar en 2032: La ONU se moviliza

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Alerta, asteroide
Alerta, asteroide - Canva Pro

 

El asteroide 2024 YR4, que mide entre 40 y 90 metros de diámetro, se aleja lentamente de la Tierra, pero su trayectoria continúa proporcionando nuevos datos cruciales para optimizar su previsión de impacto en 2032. Según los últimos informes de la NASA y la ESA, la probabilidad de colisión con nuestro planeta ha aumentado, pasando del 1,2% al 1,8% y 1,9%, respectivamente, en apenas 24 horas.

Este aumento en la probabilidad de impacto ha llevado a la ONU a activar los protocolos internacionales de defensa planetaria. En un esfuerzo conjunto con la NASA y la ESA, se ha puesto en marcha la Red Internacional de Alerta de Asteroides (IAWN) y el Grupo Asesor de Planificación de Misiones Espaciales (SMPAG), para seguir monitorizando y evaluar con más precisión la trayectoria y el tamaño de 2024 YR4. Estos protocolos se activan cuando la probabilidad de impacto supera el 1%, como es el caso en esta ocasión.

Aunque el asteroide se encuentra actualmente a millones de kilómetros de la Tierra, los científicos ya han comenzado a estudiar su composición y morfología. Gracias a la observación del Gran Telescopio Canarias (GTC), el mayor telescopio óptico del mundo, se ha logrado conocer que 2024 YR4 está compuesto principalmente por silicatos y algo de metal, y tiene una forma "patatoide", es decir, alargada y no esférica. La rotación de este asteroide es bastante peculiar, tardando unos 20 minutos en dar una vuelta completa.

A pesar de que el asteroide se aleja, los cálculos de los expertos aseguran que será visible nuevamente en diciembre de 2028, aunque para entonces no se espera riesgo alguno de impacto. El periodo crítico será en 2032, cuando podría acercarse lo suficiente como para representar una amenaza para algunas regiones del planeta.

En caso de una colisión, la probabilidad de impacto se concentraría en un área de riesgo que abarca el océano Pacífico oriental, el norte de Sudamérica, el océano Atlántico, África, el Mar Arábigo y el sur de Asia. Sin embargo, los expertos recalcan que aún se necesitan más observaciones para confirmar con mayor certeza la trayectoria exacta.

El último impacto de un cuerpo celeste que se registró en la Tierra fue el bólido de Cheliábinsk, ocurrido en 2013, que liberó una energía 30 veces superior a la bomba de Hiroshima. Aunque no causó una colisión directa, sí dejó más de 1.500 personas heridas, lo que subraya la importancia de mantener un seguimiento constante de estos asteroides.

Aunque la probabilidad de impacto sigue siendo baja, el seguimiento continuo del asteroide 2024 YR4 se considera esencial para garantizar que la humanidad esté preparada para cualquier eventualidad.

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