Queremos lectores informados. ¿Y tú?
Apúntate a los boletines de Catalunyapress para recibir información de calidad y rigurosa. "Catalunyapress te informa"
De entre su numerosa producción literaria Gerard Bidegain ha recuperado su “Agamèmnon” que Joan Casas ha traducido al catalán para que lo interpretara Oriol Genís.
Todo escritor, por muy autor que sea de obras de ficción, es tributario de su propia experiencia personal y el griego Iannis Ritsos no pudo en modo alguno sustraerse a una peripecia personal que estuvo marcada por la fiel militancia comunista que se desarrolló en la convulsa y asendereada vida de la Grecia del siglo XX y que tuvo como rasgos particularmente traumáticos la dictadura fascista de Metaxas, la invasión alemana del país durante la segunda guerra mundial y posteriormente los años de la llamada “dictadura de los coroneles” en los que fue Ritsos perseguido y deportado.
De entre su numerosa producción literaria Gerard Bidegain ha recuperado su “Agamèmnon” que Joan Casas ha traducido al catalán para que lo interpretara Oriol Genís. El autor situó al guerrero al regreso de la batalla de Troya cuando se produjo su reencuentro con Clitemnestra y es entonces cuando, en la tranquilidad recuperada del hogar, reflexiona sobre la guerra y la vida en un soliloquio que Genís interpreta muy ajustadamente, con perfecta dicción y cálida y sensible expresividad. Le acompañan con muy buen hacer Cristina Martí y Zubel Arana como Clitemnestra e Ifigenia, respectivamente, esta última resucitada por Ritsos para rememorar la memoria del padre que la había mandado sacrificar.
Hay que decir que el texto de Ritsos resulta bastante, por no decir muy críptico, y que su inspiración en la leyenda original de estos personajes clásicos de la literatura griega es remota, lo que no minusvalora su calidad, pero sí hace difícilmente inteligible el mensaje subyacente. Quizá es que se trata de un texto dramático más adecuado para ser leído sin prisas que para ser escuchado.
Como ya suele ser habitual en la sala Atrium, el montaje escénico es impecable y Rafa Haro ha resuelto con imaginación las limitaciones del espacio escénico, mientras que Alba Paituví ha sabido subrayar el texto con una inspirada iluminación y Zubel Arana, ha contribuido a aderezarlo con un adecuado uso del espacio sonoro.
Habida cuenta que el texto no alcanza los sesenta minutos su dificultad se hace más llevadera y ello gracias a una interpretación muy cuidada y a una puesta en escena que resulta de singular belleza.
Apúntate a los boletines de Catalunyapress para recibir información de calidad y rigurosa. "Catalunyapress te informa"