El genio de Gades brilló con “Fuego (El amor brujo)” en la temporada de danza de Terrassa

Reseña de la adaptación de la popular obra de Manuel de Falla

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Catalunyapress dalm17ab23

 

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El genio de Antonio Gades brilló con toda intensidad este último fin de semana en LaFACT de Terrassa con ocasión del estreno en Catalunya y reestreno en España de Fuego, la versión de El amor brujo, la inmortal obra de Falla que el bailaor y coreógrafo alicantino presentó en París hace treinta y cuatro años y que había permanecido inexplicablemente inédita en su país natal hasta que el pasado verano fue estrenada en el Teatro de la Zarzuela de Madrid. 

 

El amor brujo es acaso una de las obras más versionadas de todos los tiempos. Concebida como ballet para su ejecución por Pastora Imperio, fue transformada al final en pieza sinfónica y se ha traducido al lenguaje cinematográfico con diversa fortuna. Gades no pudo sustraerse a su atracción en unos momentos parece que de crisis personal y su espíritu se volcó en un montaje que resulta apasionante por su atrevimiento, originalidad y brillantez.

 

Hay que tener presente que la partitura del músico gaditano dura unos treinta minutos por lo que para montar un espectáculo que ocupe en exclusiva la duración convencional de una función teatral hay que “estirarla” con algunas adiciones, tarea ciertamente arriesgada porque los añadidos no pueden en modo alguno desentonar de la categoría musical de obra de Falla. Gades supo encontrar los textos canciones y músicas adecuadas para ello y con todo este material elaboró una coreografía brillante que ha sido aderezada por una serie de músicas, canciones y algún pequeño texto hablado que se ensamblan con la exactitud de un puzle con la música original de Falla.

 

Todo ello sería en vano si no hubiese contado con unos intérpretes adecuados, como es el caso. Así Esmeralda Manzanas, Álvaro Madrid, Juan Pedro Delgado y Stella Arauzo en los roles protagonistas, amén de los cantantes Aser Giménez y Enrique Bermúdez Piculabe, acompañados a la guitarra por Basilio García, por no citar a toda la compañía formada por un total de quince bailarines de excelente factura tanto clásica, como flamenca.

 

Fuego. (El amor brujo) es el resultado del esfuerzo desplegado por Eugenia Eriz, viuda de Gades y por María Esteve, una de las hijas que tuvo con Pepa Flores. 

 

No quisiéramos terminar este comentario sin hacer una referencia al público, que si bien nunca falta en todas las funciones de la temporada, en esta ocasión llenó la sala de LaFACT hasta la bandera, lo que demuestra fehacientemente la sensibilidad de los egarenses por la danza. Un apoyo que ha hecho posible la pervivencia de esta temporada (única desde luego en Catalunya y cabe imaginar que incluso en toda España) a lo largo de cuarenta años. 

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