Fallo mayúsculo de Google. La compañía estadounidense ingresó 250.000 dólares por error a un ingeniero, Sam Curry, que se encargaba de buscar agujeros de seguridad. Un buen día, recibió esta cuantiosa transferencia, y cuado intentó devolverlo, no conseguía contactar con la empresa.
"Han pasado poco más de tres semanas desde que Google me enviase de la nada 249.999 dólares y todavía no me han respondido a la solicitud de soporte. ¿Existe algún modo de que nos pongamos en contacto, Google? (No pasa nada si no queréis que os los devuelva)", decía el tweet.
La transferencia no correspondía a ningún encargo que estuviese realizando el ingeniero, por lo que fue un flagrante error de la multinacional. La publicación se hizo viral, y gracias a ello consiguió que Google contactara con él.
Finalmente, la compañía informó de que la devolución de los 250.000 dólares consiguió hacerse efectiva... por desgracia para el ingeniero.
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