Aunque el Baileys es una elección popular para celebrar las festividades, expertos en fontanería alertan sobre las posibles consecuencias negativas de desechar la crema irlandesa por el desagüe, ya que podría "causar estragos" en las tuberías y generar bloqueos significativos.
El Baileys, conocido por su carácter cremoso, tiene una vida útil limitada una vez abierto, y se aconseja consumir la botella dentro de los seis meses. A pesar de esto, algunos pueden encontrarse con botellas del año anterior y la tentación de deshacerse de ellas fácilmente. Sin embargo, fontaneros de MyBuilder.com enfatizan que este método de eliminación podría tener consecuencias perjudiciales para la fontanería doméstica.
Expertos explican que las bebidas de licor cremoso, incluido el popular Baileys, contienen un alto contenido de grasa y entran en la categoría de FOG (Grasas, Aceites y Grasas). Este tipo de sustancias no deben verterse por el desagüe, ya que tienden a adherirse a las tuberías y causar obstrucciones, siendo responsables también de la formación de 'fatbergs' en los sistemas de alcantarillado.
No solo el Baileys es una preocupación, sino que también se destaca que la grasa de pavo, común durante las celebraciones navideñas, entra en la misma categoría de FOG. Al enfriarse, estos líquidos pueden solidificarse, lo que podría resultar en bloqueos perjudiciales para la fontanería del hogar.
Los expertos advierten que, en caso de verter accidentalmente estas sustancias por el desagüe, podría generar costosos problemas de fontanería, especialmente durante las festividades, cuando las llamadas de emergencia tienden a ser considerablemente más caras. Se sugiere que, en lugar de verter Baileys o grasas similares por el desagüe, los usuarios las almacenen en recipientes sellados y las desechen en la basura regular después de dejar que se enfríen adecuadamente.
Escribe tu comentario