A la cárcel un rapero ruso por ir a una fiesta desnudo con un calcetín en el pene

El rapero Nikolai Vasilyev, conocido popularmente como Vacio, ha sido condenado a 15 días de cárcel y a una multa de 200.000 rublos (2.029 euros) tpor asistir a una fiesta de celebridades en el club nocturno Mutabor de Moscú vestido sólo con un calcetín para cubrir sus partes.

El evento, organizado por la blogger Anastasia Ivleeva , atrajo amplia atención por su naturaleza provocativa, ya que tuvo lugar en medio del actual conflicto de Rusia con Ucrania y una creciente agenda social conservadora.

La fiesta, celebrada el 21 de diciembre, contó con la participación de cantantes conocidos en varios estados de desnudez, algunos de los cuales han aparecido en programas de entretenimiento de la televisión estatal durante años. 

La reacción ha sido rápida y contundente: los patrocinadores de los principales artistas rusos cancelaron contratos y, según informes, el presidente Vladimir Putin expresó su descontento. 

La controversia ha llamado la atención no sólo de las autoridades, legisladores pro-Kremlin y blogueros, sino también de los medios estatales y grupos de la Iglesia Ortodoxa. El momento del evento, en medio de una guerra y un clima social cada vez más conservador, ha alimentado la indignación. María Zakharova, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, remarcó que el evento había "manchado" a quienes participaron.

En respuesta al escándalo, Ivleeva publicó dos videos de disculpa pública; el segundo, publicado el 27 de diciembre, expresaba arrepentimiento y esperanza de una "segunda oportunidad". Sin embargo, las repercusiones para Ivleeva han sido significativas: su nombre desapareció de la publicidad del importante operador ruso de telefonía móvil MTS, y una investigación fiscal pide para él a una pena de cinco años de cárcel y una demanda que exige mil millones de rublos (casi 10 millones de euros). por "sufrimiento moral".

Las consecuencias han afectado a varias figuras públicas, y la periodista Ksenia Sobchak y otras personas se disculparon. El escándalo coincide con el énfasis del presidente Putin en el conservadurismo social, instando a las familias a ser más numerosas y un reciente fallo de la Corte Suprema que designa a los activistas LGBT como "extremistas".