“La Historia del Mundo. Un atlas”, explicación gráfica de la compleja geografía política de nuestro planeta
Reseña de la obra escrita por Christian Grataloup
El ciudadano interesado y curioso puede haber extraído de un conflicto de tan rigurosa actualidad como la guerra ruso-ucraniana y entre otras muchas conclusiones una de notable relevancia, cual es la inestabilidad, o por mejor decir la variabilidad, de toda suerte de fronteras políticas, que han venido cambiando a lo largo de la historia de forma constante, creando un mosaico de realidades políticas diversas y difíciles de entender para el profano.
Con el fin de ofrecer una herramienta propicia a un mejor discernimiento de esta ardua cuestión disponemos desde ahora de una excelente obra, “La Historia del Mundo. Un atlas” (Península), ingente y documentado trabajo colectivo dirigido por Christian Grataloup que ha cristalizado en más de trescientos mapas temáticos agrupados en las grandes etapas históricas de la humanidad (desde su inicios, 3.000 años antes de nuestra era, hasta el mundo contemporáneo, pasando por la larguísima etapa del Neolítico con la expansión del homo sapiens por el planeta, el mundo antiguo hasta el siglo VII, la etapa medieval entre el VII y el XV, con un capítulo sobre esta última e importantísima centuria, seguidos del tejido europeo del mundo (XVI al XVIII), el mundo dominado por Europa entre el XVIII y 1914, las potencias extraeuropeas del XVIII al XIX, Europa entre 1789 y 1914, el mundo dominado por Occidente (1914-1989) y, en fin, la geografía planetaria reordenada a partir de 1989 con tope del estudio en 2019, lo que deja para sucesivas ediciones lo ocurrido desde entonces.
Los temas son sumamente variados, puesto que no se limitan al diseño territorial de las soberanías políticas, sino que incluyen mapas sobre los principales desplazamientos humanos, los conflictos armados más importantes (desde las guerras médicas y púnicas, las conquistas de Alejandro y las romanas a las dos últimas contiendas mundiales, pasando las invasiones bárbaras y árabes, las cruzadas, las campañas de Gengis Khan o Carlomagno, las conquistas normandas, la guerra de los cien años, de los treinta años, las napoleónicas o la ruso-japonesa) así como sus consecuencias, las grandes vías de navegación y comercio, las corrientes de expansión colonial en América, Asia y África, los principales movimientos migratorios (algunos legendarios, como el éxodo de los judíos de Egipto) y culturales. Hay, además, una visión omnicomprensiva que huye del siempre peligroso eurocentrismo y que contempla la cambiante geografía de nuestro plantea desde cada uno de sus continentes, lo que permite conocer el auge de los imperios de Ghana, Mali y Shongay, por ejemplo. Y en todo caso, cada mapa incorpora una sucinta explicación de la situación que analiza gráficamente con sus correspondientes iconos, colores y líneas que la desarrollan. Una obra fundamental con diversas utilidades: la información genérica, la consulta puntual o sencillamente la posibilidad de saciar nuestra curiosidad y entender de este modo más cabalmente la volubilidad de un planeta que ha padecido desde el principio de los tiempos en la efimeridad de las fronteras una de las principales fuentes de todos sus conflictos.
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