Máxima preocupación por la salud de la reina Sofía: el incidente que ha generado alarma en Zarzuela
El estado anímico de la emérita preocupa: crisis de ansiedad, tensión familiar con Letícia y la sombra de la dolencia de su hermana Irene ponen a prueba la salud de la madre de Felipe VI
La reina Sofía, de 87 años, ha vuelto a situarse en el foco mediático tras protagonizar un preocupante episodio de salud. Ocurrió el pasado lunes, en pleno apagón generalizado que dejó en vilo a la península Ibérica. La situación de tensión vivida en el Palacio de la Zarzuela afectó directamente a la emérita, quien tuvo que ser atendida por el equipo médico tras sufrir una crisis de ansiedad.
Fue el periodista Diego Arrabal quien alertó del incidente. Según explicó, la madre del rey Felipe VI arrastra desde hace tiempo un estado anímico frágil, consecuencia de una vida marcada por sucesos traumáticos y, más recientemente, por la delicada salud de su hermana Irene, cuya enfermedad —posiblemente Alzheimer, según reveló la revista Lecturas— la tiene profundamente afectada.
Además de las preocupaciones médicas, las tensiones dentro de la Familia Real añaden presión a una mujer que, pese a su aparente buena salud, acumula desgaste emocional. El deseo de Sofía de reunir a todos sus nietos se ha visto frustrado por la negativa de su nuera, la reina Letizia, a que sus hijas compartan tiempo con los hijos de la infanta Cristina. Un veto familiar que ha calado hondo en la emérita y que, según Arrabal, le habría pasado factura en esta última crisis.
Pese a todo, la reina Sofía intenta mantenerse activa en la vida pública. El pasado sábado asistió al Salón Internacional del Campo, celebrado en el Hipódromo de la Zarzuela, donde fue reconocida con el premio SICampo 2025 por su apoyo constante al mundo rural. Sin embargo, detrás de los gestos institucionales se esconde una realidad menos visible: una reina que vive un momento emocionalmente crítico.
Fuentes cercanas confirman que sus hijas, las infantas Elena y Cristina, han cerrado filas en torno a su madre y pasan con ella todo el tiempo que pueden, conscientes del difícil trance que atraviesa. A ello se suma el complicado papel de su hijo, el rey Felipe VI, que, según Arrabal, realiza una labor impecable al frente de la Corona pero no logra escapar de la alargada sombra de su padre, el rey Juan Carlos I.
La situación actual de la reina Sofía pone de nuevo sobre la mesa las grietas internas de la Casa Real española, cuyas tensiones familiares y conflictos silenciados contrastan con la imagen pública que intentan proyectar.
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