¿Cómo puede afectar la llegada del otoño a nuestra salud?
La llegada del frío y la falta de horas de luz puede acabar desembocando en una "depresión temporal" que acaba desapareciendo al cabo de los días
Este viernes 23 de septiembre fue el día en el que el verano pasó a la historia y se dio entrada al otoño. Las estaciones pasan y y el clima va cambiando, y esto tiene un efecto en nuestra salud, más allá del hecho de obligarnos a tener una chaqueta a nuestro alrededor por si acaso. Uno de los efectos principales y más notorios es la "depresión temporal", ¿pero por qué sucede?
Uno de los elementos principales que hay que tener en cuenta es la falta de luz. A medida que van pasando los días, las horas de iluminación se van acortando y cada vez se hace de noche más temprano. Esta falta de luz influye sobre nuestro cerebro, ya que produce niveles más bajos de hormonas como la melatonina, que es una hormona que interviene en el ciclo natural del sueño. Cuanta más melatonina segrega el cuerpo, más sueño y cansancio arrastramos... como mínimo hasta que nuestro cuerpo se acostumbre a esta falta lumínica.
Además, cabe destacar que, cuanto menos sol recibimos, más acusamos la falta de vitamina D, que incide directamente en nuestro sistema inmune, entre muchas otras partes.
Esta fase, conocida como astenia otoñal, suele durar unos 15 días, un mes a lo sumo. En caso de que se alargara este período de cansancio severo, sería recomendable asistir a un médico.
TRASTORNO AFECTIVO ESTACIONAL (TAE)
Este trastorno hace referencia a un tipo de depresión temporal relacionada con los cambios de estación. Normalmente empieza cuando el tiempo empeora y finaliza a medida que llega el buen tiempo en primavera. Según un estudio publicado en 2015, esta patología la sufren entre un 1 y un 10% de la población mundial.
Para diagnosticar esta enfermedad, es necesario que esta alteración de ánimo se presente como mínimo en dos meses de otoño o invierno en dos años consecutivos. Otro de los claros síntomas es que en la primavera se presenta un estado de hiperactividad que contrasta claramente con el estado depresivo. Una de las zonas más comunes para la TAE es en los países nórdicos, pero puede ocurrir también en cualquier otra parte del mundo, ya que depende de más factores que los puramente ambientales.
PRINCIPALES SÍNTOMAS DE LA LLEGADA DEL OTOÑO
El Transtorno Afectivo Estacional quizá es el punto más extremo de la afectación del cambio estacional, pero en general, es normal sentirse cansado, decaído... Además, aparecen también los problemas para conciliar el sueño y la dificultad para mantenerse concentrado en alguna tarea.
También puede ocurrir que tus contestaciones hacia el resto sean peores, ya que nos sentimos más irascibles e irritados con todo a nuestro alrededor. Además, con la llegada del frío nos sentimos más tristes e incluso nostálgicos. Hay que añadir también el hecho de que la interacción social disminuye, ya que no hace tanto calor y en numerosas ocasiones preferimos quedarnos resguardados en casa. Eso también contribuye a que caigan las endorfinas, conocidas tradicionalmente como "hormona de la felicidad".
La parte buena de estos síntomas es que se acaban marchando al cabo de los días, tan pronto como nuestro cuerpo regula la cantidad de hormonas segregadas.
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