La salud mental en las prisiones: un tercio de reclusos europeos padece trastornos mentales

El problema de salud más prevalente entre las personas que estaban en prisión fueron los trastornos de salud mental, que afectaron al 32,8%

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Archivo - Una prisión.

 

Archivo - Una prisión.
Prisión / @EP

Un tercio de los presos en Europa padece trastornos mentales, según el 'Informe sobre el estado de la salud penitenciaria en la región europea de la OMS'. El trabajo, realizado en 2021, recoge los datos del 2020, donde 613.497 personas fueron encarceladas en los 36 países encuestados, lo que muestra una disminución de alrededor del 6,6%, en comparación con 2019, principalmente debido a las medidas de COVID-19. La proporción de personas en prisión sin condena aumentó en 2020, probablemente también como resultado de la pandemia de COVID-19. 

 

El problema de salud más prevalente entre las personas que estaban en prisión fueron los trastornos de salud mental, que afectaron al 32,8%. "Es probable que esta cifra represente un subregistro significativo, ya que la mayoría de las enfermedades no transmisibles se registraron de manera deficiente y las estimaciones fueron más bajas de lo esperado. De hecho, menos de la mitad de los países encuestados proporcionaron datos", ha informado la OMS. 

 

Asimismo, según los resultados obtenidos en el informe, la causa más común de muerte en las prisiones fue el suicidio, con una tasa mucho más alta que en la comunidad en general. Al mismo tiempo, el informe ha recalcado que la respuesta general a la Covid-19 en las prisiones de toda Europa "ha sido buena", con vacunas ofrecidas universalmente en todos los países y el aislamiento de los casos de COVID-19 en la mayoría de las prisiones. 

 

Por otro lado, y debido a que uno de cada cinco países ha informado de situaciones de hacinamiento en las cárceles, la OMS ha destacado la necesidad de estudiar medidas alternativas no privativas de la libertad para delitos que no presenten un alto riesgo para la sociedad y donde existan herramientas más efectivas, como la derivación a tratamiento por trastornos relacionados con el consumo de drogas. 

 

"Las prisiones están integradas en las comunidades y las inversiones realizadas en la salud de las personas en prisión se convierten en dividendos para la comunidad. El encarcelamiento nunca debe convertirse en una sentencia a una peor salud. Todos los ciudadanos tienen derecho a una atención médica de buena calidad, independientemente de su estatus legal", ha comentado el director regional de la OMS/Europa, Hans Henri P Kluge.

 

"LA SALUD MENTAL ES UN GRAN PROBLEMA DENTRO DE LAS PRISIONES"

 

Aunque los datos hacen referencia al 2020, la realidad es que son extrapolables a la realidad actual, según la Agrupación de los Cuerpos de la Administración de Instituciones Penitenciarias (ACAIP). "La salud mental es un gran porblema dentro de las prisiones", comenta Joaquín Leiva, portavoz de ACAIP, en declaraciones a CatalunyaPress, y añade que "prácticamente la mitad de los internos toma alguna medicación psicotrópica y un 30% padecen algún tipo de enfermedad mental". 

 

Entre las principales enfermedades mentales, destacan la esquizofrenia, bipolaridad, problemas derivados de depresión.. "Quienes más problemas provocan de seguridad son las que tienen esquizofrenia o bipolaridad, precisamente por la violencia que pueden generar un brote descontrolado de este tipo de enfermedad", relata Joaquín Leiva.

 

Para mejorar la situación actual, el portavoz destaca varios puntos: 

 

  1. "Que no se conviertan las prisiones en manicomios".
  2. "Tener un control diagnóstico adecuado de este tipo de enfermos y tener un control médico adecuado que, con un déficit personal del 60% de médicos, es imposible de tener".
  3. "Que el personal penitenciario tenga una formación adecuada a la hora de intervenir con este tipo de presos. Es muy importante detectar cuando se está produciendo una descompensación de la medicación para prevenir un empeoramiento del interno".
  4. "Trabajar desde una perspectiva multisectorial e implicar a todo el personal penitenciario para llevar un seguimiento de la enfermedad mental y que se establezcan modelos adecuados".

 

Estos problemas de salud mental pueden acabar finalmente con el suicidio. "La tasa de suicidio en la prisión es ocho veces mayor a la tasa en la población general", lamenta el portavoz, que detalla que suelen acabar con su vida ahorcados con las propias sábanas en la celda durante las horas de cierre nocturno.

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