¿Existe una brecha de género digital entre los jóvenes?

El Observatorio Social de la Fundación La Caixa ha publicado un estudio sobre las diferencias entre los y las adolescentes

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Foto: Fundación La Caixa

 

La brecha digital es la desigualdad en el acceso, uso o impacto de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) entre los distintos grupos sociales. Cuando se menciona este concepto, suele pensarse en las dificultades que suelen tener las personas mayores para usar dispositivos tecnológicos... aunque ahora se ha puesto sobre la mesa que puede existir una brecha de género entre los más jóvenes.

 

Así lo plantea un estudio del Observatorio Social de la Fundación La Caixa, que llega a la conclusión que las adolescentes  reconocen depender de la tecnología en mayor medida que los chicos, pero son más conscientes de aspectos relacionados con la ciberseguridad, mientras que los chicos se consideran mucho más hábiles que ellas en aspectos técnicos y comunicativos y mantienen una actitud frente a la tecnología ligeramente más positiva.

 

4.000 CONSULTADOS

 

El estudio consistió en una encuesta que se hizo a cerca 4.000 estudiantes de secundaria de todos los cursos de Secundaria y Bachillerato; se les planteaba distintas cuestiones relativas al nivel de uso de la tecnología digital y la necesidad que sienten tanto de conectarse a internet como de utilizar dispositivos digitales (tabletas, móviles…).

 

Algo que se observa rápidamente es que el uso de la tecnología es distinto y evoluciona de forma diferente en cada ciclo de la educación secundaria. Por regla general, los chicos usan más la tecnología en el segundo ciclo de la ESO (cuarto), aunque dicho uso es bastante constante, y las chicas en el bachillerato. En estos dos cursos finales, la diferencia entre chicos y chicas es significativa. 

 

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Foto: Fundación La Caixa

 

En segundo lugar, con respecto a la dependencia o necesidad de uso de la tecnología, las chicas indican una mayor necesidad de uso que los chicos (más de 3,5 puntos sobre 5), de forma significativa en todos los ciclos; es decir, las chicas se perciben a sí mismas como más dependientes de los dispositivos digitales y de internet que sus compañeros. 

Por lo tanto, si realmente existe una brecha de género favorable a los chicos en el ámbito de la tecnología digital, esta no se produce en su uso, por lo que es importante medir las posibles diferencias en aspectos competenciales y de actitud.

 

También apunta que las chicas se perciben a sí mismas como más competentes que sus compañeros en cuestiones relacionadas con la ciberseguridad y el acoso en línea y que la diferencia aumenta a medida que avanzan los ciclos, alcanzando los 6 puntos porcentuales en el bachillerato.

 

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Foto: Fundación La Caixa

 

Por su parte, las diferencias que confirman que existe una brecha de género en favor de los chicos se concretan en las habilidades tecnológicas y comunicativas. En concreto, los adolescentes se consideran más competentes en aspectos técnicos (uso de distintos dispositivos o WiFi, entre otros) y también más capaces de colaborar y comunicarse en red.

 

CONCLUSIONES

 

Así, si bien el uso de la tecnología es similar entre ellos y ellas, la dependencia de las tecnologías digitales es mayor en estas últimas, especialmente en el bachillerato. El estudio concluye que los chicos se sienten más competentes en el dominio de la tecnología per se, lo que puede determinar la elección de asignaturas y de estudios técnicos e informáticos, pudiendo influir también en el aspecto comunicativo; además, esto crece a medida que van avanzando de curso. 

 

Por su parte, las adolescentes son más competentes en la aspectos como la ética, que a la práctica significa un mayor cuidado en cuestiones como el ciberacoso y el plagio, aspectos que también se acentúan a medida que ellas van creciendo. 

 

Por lo que respecta a la actitud frente a la tecnología, los chicos se muestran levemente más positivos que sus compañeras, aunque a medida que crecen y empiezan a cursar bachillerato, la distancia se reduce. 

Todas las diferencias pueden generar situaciones de desigualdad, ya que la sensación que pueden tener ellos de poseer más competencia tecnológica les pueden llevar a elegir como carrera profesional de forma mayoritaria grados del ámbito científico y tecnológico, aunque se deben dedicar esfuerzos a que sean más sensibles a aspectos como el ciberacoso.

El estudio concluye apuntando a la necesidad que en los cursos de secundaria se impulsen "estrategias personalizadas que den respuesta a las diferentes necesidades detectadas" para revertir las desigualdades y garantizar que todos los alumnos desarrollen sin diferencias las competencias digitales.

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