Arqueología en puticlubs: confeccionan un mapa sobre la explotación sexual

Los arqueólogos Xurxo Ayán y Carlos Otero llevan desde el año 2021 visitando decenas de burdeles abandonados (ya llevan unos 80) en Galicia y en la provincia leonesa de El Bierzo con el objetivo de trazar la “genealogía de los paisajes de la explotación sexual” a partir de las ruinas de los clubs de alterne o llamados "puticlubs".

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EuropaPress 4660017 prostituta burdel

 

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Una prostituta en un burdel
Fecha: 04/09/2022.Foto de ARCHIVO Firma: EUROPA PRESS

 

Con este trabajo poco común  buscan "visibilizar vidas desaparecidas en la vorágine de la explotación y su consecuente depredación de cuerpos”. Mercancía, aseguran, “que en España se movía en cuencas mineras, centrales térmicas, carreteras nacionales, autovías y rotondas”.

 

 

Su objetivo es terminar a finales de este 2023 y escribir un artículo científico con los resultados. Un complejo trabajo que ambos están haciendo con sus propios recursos y cuando sus obligaciones laborales (Carlos trabaja el Instituto de Ciencias del Patrimonio del CSIC y Xurxo en la Universidad Nova de Lisboa) se lo permiten. 

 

Nadie hasta ahora había aborado arqueológicamente estos espacios en nuestro país. Y cuando "se dieron las circunstancias para abordar un estudio de este tipo" se pusieron manos a la obara.

 

Además "una editorial británica va a sacar un manual de la arqueología de la esclavitud a lo largo del tiempo, y nos invitó a participar, por lo que empezamos a hacer trabajo de campo. Nos hemos inspirado en trabajos parecidos que están haciendo otros colegas en otras partes del mundo, como por ejemplo lo que se ha hecho en el desierto de Atacama de Chile, donde se están estudiando precisamente los prostíbulos de la época del ‘boom’ del nitrato a finales del siglo XIX y principios del XX".

 

 

Para ellos "abordar el tema de la prostitución en la actualidad y en un pasado reciente obligará a la sociedad española a mirarse al espejo. Estamos hablando de trata de blancas, de mafias, de exclavitud sexual, de una práctica permitida por la clase política... Muchas ruinas deberían ser visitadas por todos los escolares. No hay mejor campaña para luchar contra la lacra de la violencia machista y la esclavitud".

 

Su metodología científica la explican así ambos "hemos trabajado en la arqueología del paisaje, que sirve para elaborar modelos predictivos de localización de yacimientos. Aquí hemos depurado un modelo predictivo de la organización de puticlubs, que nos dice que siempre va a haber un puticlub o lo que nosotros llamamos un ‘nudo putero’, es decir, una concentración de puticlubs, a 15 minutos de distancia de una capital provincial o una capital de comarca, y casi siempre vinculado a rotondas de acceso a grandes viales como autopistas o autovías. No falla".

 

Han llegado además a la conclusión de que "hay un momento en el que hubo una fiebre historicista y se pusieron de moda los de tipo castillo medieval, con nombres visigodos, con almenas, que si ‘Don Rodrigo’, ‘Club el Castillo’, ‘Fortaleza de Pasiones’... también se puso de moda el binomio puticlub y mesón castellano, es un clásico. O el cromatismo: hay ‘colores puteros’, el lila, el violeta, el azul celeste, es decir, hay una serie de variables y de claves que te permiten trabajar mejor".

 

 

Algo que les ha llamado a la atención de este estudio es que en los puticlubs "no había habitaciones, solo celdas con ventanas de 30 por 30 centímetros, ni camas tenían, solo pibotes de hormigón con una tabla y un colchón. Y entonces en ese espacio, entre la tabla y esos pibotes, sí hemos encontrado algunos elementos vinculados a estas mujeres que son demoledores. Por ejemplo, medicamentos contra el ácido úrico. Estas mujeres eran alcoholizadas y drogadas para mantener el ritmo de trabajo. Había también alguna revista del corazón de los años 90, un ejemplo de cómo estas mujeres proyectaban su vida miserable en otras vidas. Es alucinante. Pero realmente no queda apenas nada de ellas. Porque allí el negocio era mover rápido a las chicas, ‘quemar’ la mercancía, llevarlas a otro ditio, traer chicas nuevas. Había hasta alambres de espino. Eran auténticas cárceles.  Estos puticlubs son auténticos museos al aire libre".

 

Por eso para los investigadores "en vez de llevar a los escolares a ver el Centro de Interpretación de Las Médulas o un castro, pues igual estaba bien, en vez de tantas campañas que no valen para nada, llevarlos aquí para ver lo que sus abuelos, sus tíos, sus padres, o ellos a lo mejor en un futuro puedan llegar a hacer. También nos mueve una proyección didáctica de nuestro trabajo. Lo que queremos es, a partir de una práctica científica, mostrar a la ciudadanía precisamente lo que eran estos sitios, que eran auténticas cárceles de mujeres en las cuales se explotaba a seres humanos".

 

Para estos dos arqueologos es importante "nosotros lo que hacemos hincapié es que también había redes mafiosas, exclavitud, es lo que queremos mostrar, sobre todo a las nuevas generaciones que se toman a cachondeo todo esto, que creen que la prostitución es una buena manera y barata de acabar la noche, cuando conlleva una gran deshumanización. La materialidad de estos puticlubs no deja lugar a dudas".

 

Según ambos "hay informes que dicen que España es el paraíso de la explotación sexual en Europa y el tercero a nivel mundial en el ranking de consumo de prostitución, tras Tailandia y Puerto Rico. Y esto está íntimamente relacionado, creo yo, con la dictadura franquista, con un determinado tipo de masculinidad que fue fomentado por la propia Iglesia católica, todos estas generaciones de españoles que fueron educados en el autoritarismo y el dominio de la mujer".

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