El teniente de la Guardia Civil agredido en Alsasua: "Temí por mi vida"

El agente de la Benemérita ha explicado ante el tribunal que nadie se acercó para echarle una mano, y que los golpes no paraban y venían de todas partes. 

|
Juicio acusados alsasua 16042018

 

Juicio acusados alsasua 16042018

Juicio por lo ocurrido en Alsasua en la AN.


El teniente de la Guardia Civil agredido en Alsasua (Navarra) en la madrugada del 15 de octubre de 2016 ha declarado este martes en el juicio que celebra en la Audiencia Nacional que cuando estaba siendo golpeado, tanto dentro del bar Koxka como fuera, "nadie se acercó" a ayudarle y que llegó un momento en que temió por su vida.


"Nadie se acercó a mi que me quisiera echar un cable o que me ayudara a salir de allí. Los golpes no paraban, venían de todas partes. Temí por mi vida", ha afirmado en respuesta a preguntas del fiscal José Perals, al que ha asegurado que en ningún momento pudo defenderse y devolver los golpes, sino quedarse en el suelo protegiéndose la cabeza durante un tiempo que le pareció "una eternidad".


El teniente está convencido de que sus agresores sabían perfectamente que era guardia civil y que debieron de avisarse unos a otros de que él estaba allí junto al sargento y las novias de ambos. 


HA RECONOCIDO A CUATRO COMO AUTORES


Durante su testimonio ha rechazado que él y sus amigos hicieran algo para provocar la agresión y ha reconocido a cuatro de los acusados: Jokin Unamuno, Ohian Arnanz, Adur Ramírez y Jon Ander Cob. Sobre Aratz Urrizola, Iñaki Abad y Ainara Urquijo, recuerda que estaban en el bar, pero no que participaran en la agresión.


De Ohian Arnanz ha comentado que fue el primero que se le acercó y le preguntó si era "madero". 


Sobre Jokin Unamuno, ha dicho que entró en el bar y fue directo hacia él para decirle que su abuelo "también" fue guardia civil y otras "frases inconexas". 


Y de Adur Ramírez ha explicado que le vio claramente en la entrada del bar, cuando las víctimas estaban intentando salir al empezar los primeros golpes.


El teniente ha explicado después que durante la agresión, concretamente cuando ya estaba en la calle, no recuerda muy bien lo que pasó porque sentía "mucho dolor", le estaban dando "muchos golpes en la cabeza" y había "mucho barullo". Sí recuerda que su novia se tumbaba sobre él para intentar que no le golpearan más.


Como consecuencia de la agresión, el teniente, que entonces tenía 25 años, ha destacado que tuvo que someterse a una operación de tobillo, donde le han colocado "ocho tornillos y una placa". 


La recuperación se alargó ocho meses y la ha definido como "un calvario eterno" en la que tuvo que abandonar su puesto en Alsasua.


El guardia civil, que llevaba casi un año destinado como jefe del acuartelamiento de la localidad, ha señalado a Jokin Unamuno como el organizador de la fiesta de Ospa Eguna, que pide la salida de las fuerzas de seguridad del Estado del País Vasco y Navarra.


También vio a Unamuno y a Ramírez junto al Convento de los Capuchinos con motivo de la festividad de la Virgen del Pilar que organizó la Benemérita unos días antes de la agresión en el bar Koxka


Según su versión, los acusados fueron allí "para intimidar, acosar y tener señalada" a la gente que quería asistir a la misa, según le comentaron algunos vecinos de la localidad.

Sin comentarios

Escribe tu comentario




He leído y acepto la política de privacidad

No está permitido verter comentarios contrarios a la ley o injuriantes. Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios que consideremos fuera de tema.
AHORA EN LA PORTADA
ECONOMÍA