El sector inmobiliario se encalla en Barcelona
Pese al crecimiento de la construcción y rehabilitación de oficinas, el sector de la vivienda ha caída del 4% y algunos culpan de ello a la normativa de Colau.
El mercado inmobiliario parece estar a la baja en Barcelona. Sólo hace falta echar un vistazo desde el cielo, o desde un punto elevado de la ciudad para ver que el número de grúas ha ido a menos. Y no es cuestión sólo de observación pura y dura, los datos están allí. El grupo inmobiliario Coldwell Banker Richard Ellis (CBRE) ha elaborado un estudio en el que indica que el número de contrataciones de servicios de grúas para la construcción ha caído un 8% en 2018.
Las causas de estos descensos no están claras, pero hay un claro estancamiento del mercado de la construcción, tanto de viviendas como de oficinas. En cuanto a viviendas, este 2019 ha habido una caída del 4% ya que se contabilizan 260 proyectos tanto de construcción como de rehabilitación frente a los 272 registrados en 2018. En cuanto a oficinas, hoteles o establecimientos comerciales, hay 37 proyectos en desarrollo, lo que supone un 37% más que en el año anterior y otros proyectos como colegios o residencias para personas mayores suman un total de 25 proyectos.
Por tanto, hay más construcciones y rehabilitaciones de oficinas y hoteles que de viviendas. Donde más viviendas se construyen sigue siendo en el Eixample y el distrito de Sant Martí, pero ha sido el barrio de Les Corts, con cinco proyectos más y Sant Andreu, con tres más los que más hanm crecido. En cuanto a oficinas, Sant Martí es quien se lleva el gran negocio, y más concretamente el barrio conocido como 22@ que se lleva un total de 12 proyectos.
Algunas fuentes apuntan que esta caída puede ser fruto de la normativa aplicada por el ayuntamiento de Ada Colau de regular la construcción y rehabilitación de vivienda nueva con la condición de que las inmobiliarias destinen un 30% de estas promociones a vivienda de protección oficial. El grupo CBRE, en cambio, dice que aun es pronto para evaluar si ha tenido algo que ver la normativa aprobada a finales de 2018 por el consistorio catalán, pero que en el informe de 2020 se podrá conocer mejor el impacto.
Escribe tu comentario