La UE alerta de que el comercio con Reino Unido sufrirá serias alteraciones a partir del 1 de enero
Haya o no acuerdo por el brexit, los controles que entrarán en vigor a partir del próximo 1 de enero tendrán graves repercusiones sobre las empresas que comercien con las islas
Las relaciones comerciales entre las empresas de los países de la Unión Europa con las del Reino Unido no serán las mismas que hasta ahora. El cambio de estatus en las relaciones entre los países de la UE y Gran Bretaña va a suponer un serio contratiempo en los negocios entre ambos lados del Canal de la Mancha.
Por ello, los responsables de la Unión Europa han querido lanzar una firme advertencia a las empresas de los países de la UE. Y han sido rotundos: haya o no haya acuerdo por el brexit, algo que en estos momento parece muy lejano, el intercambio de mercancías se va a ver seriamente afectado.
También desde el Reino Unido han avisado de que se van a producir cambios importantes. La Oficina Nacional de Auditorías británica, organismo responsable de controlar el gasto público en las islas, se ha mostrado muy preocupada por el hecho de que el país no se ha preparado lo suficiente para admitir en sus pasos fronterizos el volumen de mercancías que llegarán desde los países europeos y temen que se produzca un colapso de la administración encargada de controlar las importaciones y exportaciones del país.
NUEVOS CONTROLES
La puesta en marcha de estos nuevos controles de mercancías contribuirá a ralentizar todos los trámites necesarios para que las mercancías crucen el canal en ambos sentidos. Y, además, estos trámites implicarán unos gastos económicos que hasta este momento no existían y que afectarán a las empresas de ambos lados.
Además, ni las infraestructuras ni los medios informáticos han sido convenientemente probados para asegurar su fiabilidad. Ni siquiera existen suficientes agentes de aduanas para acelerar los procedimientos burocráticos, algo que conllevará un mayor retraso a la hora de la entrada y salida de mercancías.
Por si eso fuera poco, tampoco se han adecuado las zonas de aparcamiento para los miles de camiones que deberán permanecer estacionados durante el tiempo que duran los trámites, lo que puede provocar que se queden inmovilizados a ambos lados del canal. Las autoridades británicas calculan que solo en su lado hasta 7.000 camiones pueden verse afectados por esta ausencia de sistemas ágiles y eficaces.
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