Un vuelo que salió del Aeropuerto Internacional de Jartum (Sudán) hacia Doha (Qatar) tuvo que interrumpir el trayecto a causa de un gato. El felino, que no se sabe cómo llegó al avión, se coló en la cabina y agredió al piloto.
Tras repetidos intentos por parte de la tripulación para contener al gato, se dieron cuenta de que era imposible: se negaba a abandonar la cabina y mantenía su actitud amenazante. Así que al final la única solución fue dar la vuelta y aterrizar en Sudán.
Según informa el medio local Al-Sudani, el vuelo de la compañía Tarco estuvo todo la noche aparcado en un hangar, y las autoridades creen que el gato se coló en la cabina mientras el personal realizaba las labores de limpieza.
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