Tumbler Ridge es un pueblo de Canadá que un día, sin motivo aparente, se quedó sin Internet. Nadie sabía que ocurría pero, tras unas horas investigando el subsuelo, descubrieron a los culpables: un grupo de castores se había comido los cables.
Los animales accedieron al sistema de fibra que va por debajo del suelo, lo mordieron y acabaron dejando sin Internet a toda la zona (donde hay unos mil hogares) durante 36 horas. Pero no solo fue Internet, los castores también atacaron al sistema de televisión, provocando cortes constantes y dejando a los habitantes de Tumbler Ridge totalmente incomunicados.
Los responsables de la compañía, tras muchas investigaciones se desplazaron al lugar y localizaron una presa en la que había algo extraño. Un agujero enorme hecho por castores se sumergía desde el arroyo hasta una profundidad de cien metros donde, al parecer, se toparon con la fibra óptica y decidieron darle unos mordisquitos.
"Los castores mordieron el conducto y llegaron a la fibra, rompiendo el cable", afirmaron desde la empresa. El servicio se restableció después de largos trabajos de recuperación de la línea y aún no han dilucidado qué es lo que llevó a los castores a morder estos cables. Eso sí, las investigaciones apuntan a que los animales están buscando materiales para crear sus casas y les pareció buena idea coger parte de estos cables que encontraron.
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