Las sarna es la tercera enfermedad más importante en las cárceles
Instituciones Penitenciarias tiene recogida la sarna dentro de las 60 enfermedades de declaración obligatoria (EDO) sobre las que los centros penitenciarios deben informar si se producen casos ante el riesgo de sufrir un brote infeccioso. Desde 2004 tiene estadísticas de su incidencia en las cárceles españolas con cifras anuales que se sitúan entre los 77 de aquel año y los 33 de 2011, el de menor número de la serie.
En los últimos años esta cifra ha sufrido un significativo repunte. En 2012 ascendieron bruscamente a 62, para en los siguientes doce meses alcanzar los 70 y sólo bajar en 2014 a los 54, según los estudios médicos de Instituciones Penitenciarias. En los dos primeros meses de 2015 ya se habían registrado siete casos.
En comparación con otras enfermedades infecciosas, sólo la gripe común y la tuberculosis respiratoria presentan cifras más altas en la actualidad. De la primera se registraron en los dos últimos años 4.015 y 4.090 casos.
De la segunda, 50 y 63 respectivamente. Tras la sarna se sitúan la sífilis, con 55 y 30 episodios en estos dos últimos años; la hepatitis C, con 11 y 22 enfermos detectados, y otras tuberculosis, con diez casos en cada uno de los años. Instituciones Penitenciarias ya reconocía en el informe referido a 2013 que la sarna, junto a la gripe y la hepatitis B, presentaron en aquellos doce meses un número de casos "por encima de lo esperado". De hecho, aquel año se registraron un total de ocho brotes epidémicos en las cárceles españolas. De ellos, cuatro correspondían a esta enfermedad.
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