Hace poco conocíamos una historia sucedida en Andorra: se había generado una batalla campal a raiz de un pedo. Pues ahora otro pedo, o unos cuantos pedos, son los protagonistas de una historia mucho más sorprendente: una influencer gana 50.000 dólares (o 44.000 euros) en una semana vendiendo sus flatulencias dentro de pequeños botes.
Stephanie Matto, una joven de la República Checa, se hizo famosa al participar en un programa de Australia. Ahora tiene más de 274.000 seguidores en Instagram y los ha aprovechado para iniciar un sorprendente negocio. Vende sus pedos metidos en frascos y los acompaña de unos pétalos de rosa para que, según ella, el olor se conserve durante más tiempo.
Tal y como ella misma ha explicado, lleva una dieta cuidada, no para tener una mejor salud sino para tirarse un mayor número de pedos. Para ello, come frijoles, muffins de proteínas, batidos, huevos y yogures durante el desayuno.
Cuando las ventosidades aparecen, las enfrasca, les añade el pétalo de rosa y cierra la tapa. Tras esto, escribe una nota personalizada para cada cliente y les envía su nueva adquisión a la que le ha puesto un valor de casi mil dólares.
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