Los seres humanos hemos llegado a un punto en que nos gusta fotografiarlo todo. Incluso el momento en que estamos a punto de morir ahogados en un río. O al menos eso es lo que hizo una joven en Canadá.
La chica circulaba con su coche sobre un río congelado, pero en un tramo concreto el hielo era tan débil que cedió ante el peso y comenzó a hundirse. Sin saber cómo de profundo era y lejos de asustarse, la joven decidió subirse en el techo del coche y hacerse selfies mientras dibujaba en su cara una amplia sonrisa.
El vehículo finalmente quedó completamente sumergido y ella tuvo que ser rescatada por unos vecinos, que se ayudaron de un kayak para llegar hasta ella y ponerla a salvo. La chica en cuestión no resultó herida, pero explica la Policía Local que sí fue sancionada por conducción temeraria.
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