El Barça pisotea al Real Madrid en el Clásico del Bernabéu

Dembelé en un entrenamiento del FC Barcelona @ep

Las apuestas de cara al Clásico de este domingo en el Bernabéu eran variadas. Había quienes se atrevían a apostar por el Barça, que nada tiene que ver con el equipo a medio hacer y con poca confianza que se encontró Xavi cuando aterrizó en el banquillo. Pero la mayoría todavía confiaban más en el Real Madrid, que es el actual líder de la Liga y, hace unos meses, era mucho mejor equipo.

Pero lo cierto es que todo podía pasar, porque como decíamos Xavi ha encontrado la fórmula para hacer que los azulgrana se exhiban cada vez que saltan al terreno de juego. Los fichajes para la línea ofensiva, la estrategia, la confianza que les ha hecho tener en sí mismos. Todo influye para que acumulen buenos resultados y hayan podido golear, incluso, al Real Madrid por 0-4.

El conjunto blanco saltó al terreno de juego sin Benzema, la estrella del equipo, que causó baja por lesión. Era un Clásico con todo decidido, pues el resultado no iba a influir en la liga y, por tanto, Ancelotti creyó que no era oportuno arriesgar. Además, Valverde entró en el once para proteger la banda de Jordi Alba y Modric jugó de delantero. Esos fueron algunos de los cambios de Ancelotti. Y no fueron acertados.

Xavi, por su parte, hizo entrar a Dembélé de inicio, para que formara la línea ofensiva junto a Aubameyang y Ferran Torres. Y Araújo salió en defensa en lugar del experimentado Dani Alves. En este caso, la decisión le salió mejor. Dembélé fue el encargado de asistir a Aubameyang y Araújo para que marcaran los dos primeros tantos del equipo y se fueran con un 0-2 en el marcador al descanso.

Pero la superioridad azulgrana no se notó solamente en el resultado, sino en muchos otros factores. Los hombres de Xavi se llevaron la posesión (60%), remataron 18 veces por 14 en que lo hizo el cuadro blanco y, de esas, fueron 10 a puerta, mientras que solo lo hicieron cuatro xuts del Real Madrid.

El conjunto catalán dominó el encuentro, daba pasases acertados y decididos. No titubeaba. Se creía mejor, jugaba arriesgando, valiente, y así lo fue durante todo el encuentro. Estaba cómodo. El Real Madrid se transformó en un equipo manso, que se vio superado y se sintió impotente y asfixiado al ver que nada podía hacer. Y Courtois tuvo que aparecer en repetidas ocasiones para que el resultado no fuese todavía peor. 

Sin embargo, el guardameta del conjunto blanco no pudo evitar evitar el tercer y el cuarto gol, que llegaron pocos minutos después de comenzar la segunda mitad. Primero fue Ferran Torres, después de una jugada en que De Jong combinó con Dembélé, para dejarle el balón a Aubameyang y que este se lo cediera con un gran pase al valenciano.

Finalmente, Aubameyang remató el partido con un cuarto gol, en esta ocasión algo surrealista. Y es que el asistente del partido levantó el banderín, por lo que la defensa del Real Madrid frenó. Pero el árbitro no pitó nada y Aubameyang remató a puerta superando al portero rival. 

Con esto, el conjunto azulgrana logró tres puntos que, si bien no le sirven para ganar la Liga, sí lo hacen para aferrarse al segundo puesto. Y es que ahora mismo se encuentran a tan solo tres puntos del Sevilla y a 12 del Real Madrid, habiendo jugado un partido menos que ambos equipos.