Empieza el juicio para los acusados de los ataques con explosivos al macroprostíbulo de la Jonquera
La Audiencia de Girona tiene previsto juzgar, a partir de este lunes y hasta el viernes, a las siete personas acusadas de llevar a cabo araques con explisivos en el mactroprostívulo de La Jonquera en diciembre de hace diez años, en 2012.
La Audiencia de Girona tiene previsto juzgar, a partir de este lunes y hasta el viernes, a las siete personas acusadas de llevar a cabo ataques con explosivos en el macroprostíbulo de La Jonquera en diciembre de hace diez años, en 2012.
Empieza el juicio para los acusados de los ataques con explosivos en el macroprostíbulo 'Paradise' /@EP
La fiscalía pide entre 4 y 24 años y medio de prisión para los acusados y defiende que formaban parte de una organización criminal que cometió tres atentados con el Paradise con el fin de "causar daños materiales y personales en el club y de atemorizar a todos sus trabajadores, los clientes y su propietario".
Según el guión del juicio, los procesados el juicio dará comienzo con las testificales y declararán al final. Será el propietario del local el que de su testimonio en primer lugar.
Según se recoge en el escrito de acusación de la fiscalía, el cabecilla de la organización criminal era un hombre que murió en diciembre de 2017 en Viladecans, pues explotó una bomba en su coche. Él dirigía a los otros seis acusados que, según la fiscalía, tenían "un rol perfectamente definido" en cada uno de los tres ataques.
Cabe recordar que el primero de los ataques de los que se los acusa se produjo a las seis de la mañana del 6 de diciembre de 2012. En ese momento, dos de los procesados acudieron al local en una moto robada, lanzaron dos artefactos explosivos contra el local. "Lanzaron uno en la zona de almacén que llegó a explotar, causando daños", dice la fiscalía, que añade que causó estragos por valor de 18.329,59 euros.
Otro de los ataques se produjo el 23 de diciembre. Según la fiscalía, dos de los acusados, cubiertos con pasamontañas y armados con subfusiles, aparcaron un vehículo repleto de explosivos frente al matroprostíbulo; la explosión no llegó a producirse porque falló el detonador. "A continuación, abandonaron el lugar de los hechos a caballo de la misma motocicleta con la que habían llegado", dice la fiscalía. "Actuaron con ánimo de causar daños materiales y aceptando la posibilidad de provocar, también, daños personales", apuntan desde la fiscalía.
Después, la noche del 31 de diciembre los Mossos d'Esquadra fueron alertados de que se había colocado una bomba en el interior del Paradise que explotaría a medianoche. Evacuaron a un total de mil personas, montaron un dispositivo policial y registraron todo el local. Fue una falsa alarma, pero la fiscalía asegura que con ello querían crear alarma y atemorizar al dueño. Y es que al parecer, quien llamó a los Mossos se atribuyó los otros dos ataques.
Tras todo esto, los Mossos d'Esquadra investigaron los hechos durante meses, hasta noviembre de 2013. En lo que fue llamada la operación Rockefeller detuvieron a los presuntos autores de los ataques. Ahora empieza el juicio, en el que se piden hasta 24 años y medio de prisión para ellos, además de una multa de 7.200 euros por delitos de organización criminal, tenencia de explosivos, daños continuados, intento de daños, robo con fuerza, falsedad documental, amenazas y hurtos continuados.
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