Terry Selwood, es un pescador de 73 años que lleva toda su vida trabajando en el mar. El tiburón de 2,7 metros saltó y Selwood intentó evitarlo subiéndose a la borda: "no había lugar para poner un pie ahí”. Él quedó amoratado y con el brazo sangrando.
Se encontraba en el norte de Sydney, en la costa de Evans Head. 60 años visitando el mismo lugar y es la primera vez que le sucede algo así en alta mar. El pescador no entiende qué atrajo al tiburón: “yo estaba usando pequeños trozos de sardina para pescar besugos en el fondo del océano”.
El pescador afortunadamente salió sin ninguna fractura. Desde una radio portátil contactó con la guardia costera. Estos retiraron el tiburón con una carretilla y llevaron al tiburón de 200 kilos a hacerle la autopsia para comprobar su género y edad.
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