Las playas de Barcelona están inundadas de microplásticos: se abocan 7 toneladas al año

Las concentraciones superan incluso las de zonas con islas de basura como el Pacífico Sur

|
Microplásticos, Barcelona   CANVA
Microplásticos, Barcelona - CANVA

 

La concentración de microplásticos flotantes en algunas playas de Barcelona es muy elevada, con valores que llegan a los 44 fragmentos por metro cuadrado, una magnitud superior a la que se registra en zonas con gran acumulación de desechos marinos, como el Giro del Pacífico Sur.

Se estima que, en los últimos años, la cantidad de micro y macroplásticos que salen de los ríos Llobregat y Besòs y de las descargas de sistemas unitarios (DSU) —puntos de descarga combinada de aguas residuales y pluviales a la costa— es de aproximadamente 40 billones de partículas al año, equivalentes a unas 7 toneladas. La mayor parte de estos residuos provienen del río Llobregat, que vierte unos 28 billones de partículas anuales (4,4 toneladas), seguido del Besòs, con 11 billones (1,7 toneladas). Otras 550 millones de partículas (1,2 toneladas) proceden de las DSU.

Aproximadamente el 90 % de estos residuos vuelven a la costa en un plazo de unos 28 días. Las corrientes, el oleaje y la orientación de la costa determinan su transporte y acumulación en diferentes playas. También se observa una mayor presencia de basura flotante tras episodios de lluvias intensas.

¿Qué plásticos son más frecuentes?

Los tipos de plástico más frecuentes son fragmentos y films transparentes, mayoritariamente de polietileno y polipropileno. También destacan residuos identificables como toallitas húmedas y fibras de césped artificial, que suponen unas entradas anuales de 12 millones de unidades.

Estas conclusiones forman parte de un estudio liderado por José Alsina Torrent, del Laboratorio de Ingeniería Marítima de la UPC, y Anna Sánchez Vidal, del grupo de investigación Geociencias Marinas de la Universidad de Barcelona, en el marco del proyecto TRACE, financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación y la Agencia Estatal de Investigación.

Durante dos años y medio, se realizaron campañas de muestreo con boyas de deriva, redes especiales, y tomas en la desembocadura del Llobregat, el Besòs y varias DSU. Además, el estudio incluyó una iniciativa de ciencia ciudadana, con voluntarios que recogieron microplásticos tanto en la arena como desde tablas de pádel surf o kayaks, en coordinación con la delegación española de Surfrider Europe.

Sin comentarios

Escribe tu comentario




He leído y acepto la política de privacidad

No está permitido verter comentarios contrarios a la ley o injuriantes. Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios que consideremos fuera de tema.
AHORA EN LA PORTADA
ECONOMÍA