Un mapache de Georgia sufrió de primera mano el brusco descenso de temperaturas después de que sus testículos se quedaran enganchados en las vías del tren. Los 12 grados bajo cero propiciaron que el animal, que se quedó a horcajadas sobre el metal, no pudiera salir y por momentos su vida estuviera en peligro.
"Vertí el agua tibia debajo de su trasero mientras un compañero de trabajo movía la pala debajo de su trasero para tratar de soltarlo", dice Neil Mullis, quien rescató a la criatura. Finalmente, acabó saltando de la vía y corrió hacia la naturaleza para olvidarse de este susto mayúsculo.
Escribe tu comentario