Elecciones cruciales en Turquía con Erdogan enfrentando su mayor desafío en las urnas frente a la coalición de partidos opositores
Más de 64 millones de turcos están llamados a las urnas en un momento en el que el país enfrenta una crisis económica y ha sido afectado por devastadores terremotos.
A las 8:00 de la mañana, hora local, comenzaron las elecciones presidenciales y parlamentarias en un país cuyo futuro político depende de los resultados de estos comicios. En estas elecciones, el actual presidente se enfrenta a un fuerte desafío por parte de un candidato respaldado por una coalición de partidos opositores.
No se permitirá la difusión de noticias relacionadas con las elecciones hasta las 18:00, hora local, y la prensa no podrá informar sobre los resultados hasta las 21:00, a menos que la Comisión Electoral decida levantar esta restricción antes. Estos comicios son especialmente significativos, ya que coinciden con el centenario de la fundación de la república secular del país y con un aniversario de unos comicios en los que el partido del actual candidato opositor sufrió una dura derrota.
El presidente en funciones, quien ha gobernado Turquía durante casi 20 años, se enfrenta a una fuerte competencia en las urnas, con algunos sondeos indicando que el candidato respaldado por la coalición de partidos opositores está liderando las encuestas. A pesar de que el presidente tenía inicialmente asegurada una victoria electoral, la crisis económica del país, incluyendo una inflación del 50%, y los terremotos que han devastado el sur de Turquía, causando más de 50.000 muertes, han afectado sus aspiraciones.
Turquía cambió su sistema político de parlamentario a presidencial en 2018, impulsado por el presidente en funciones. El presidente es elegido por sufragio universal y necesita obtener más de la mitad de los votos para ganar en primera vuelta. En caso de que ninguno de los candidatos obtenga suficientes votos, se celebrará una segunda vuelta dos semanas después. Además, los turcos deben elegir a los 600 miembros de la Gran Asamblea Nacional mediante un sistema de representación proporcional, en el que los partidos deben obtener al menos el 7% de los votos para obtener escaños. Las coaliciones de partidos son cada vez más importantes para evitar que los partidos más pequeños queden sin representación.
Si la coalición del presidente no logra mantener una mayoría en el Parlamento, el presidente podría tener dificultades para aplicar sus políticas en caso de que logre un nuevo mandato. Sin embargo, las reformas impulsadas por el presidente también le permiten elegir al Gobierno.
Si el presidente gana las elecciones, se enfrentará a acusaciones de inconstitucionalidad por parte de la oposición, ya que esto sería su tercer período, algo que la Constitución prohíbe. La Comisión Electoral decidió que el contador se puso a cero en 2018 tras la aplicación de la reforma del sistema después de un referéndum.
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