Enclavada en el Parque Natural de Sierra Morena, que ocupa el norte de la provincia de Sevilla, se encuentra la población de El Pedroso. Tiene poco más de 2.000 habitantes, pero la primera semana de diciembre constituye el punto de cita de miles de sevillanos y de gentes procedentes de las provincias limítrofes que acuden para participar y disfrutar de su Feria de Muestras de Productos Típicos y Artesanales, un excelente escaparte de la riqueza agrícola y ganadera de esta comarca hispalense.
Quizá el topónimo les traiga a la memoria el recuerdo de uno de sus hijos más ilustres, el hombre que, cuando el rey Don Juan Carlos le anunció su deseo de elevarle a la nobleza y le preguntó qué título le gustaría recibir, no dudó en responder que el referido a su lugar de origen. Y así quedó investido el marqués de El Pedroso, que ha dejado una huella imborrable en la historia de la cultura española del siglo XX. Pero no ha sido el único personaje famoso que ha dado este pueblo sevillano puesto que también otros hijos suyos han pasado a la posteridad, como D. Jerónimo López Hernández, que intervino en la conquista y poblamiento de Nueva España, donde fue escribano del Cabildo y regidor perpetuo de Méjico; Rodrigo de Quirós, Juan Cabeza, Cristóbal Alonso de Mesa, Francisco de Rivera y Alonso Núñez que en 1535 se embarcaron bajo el mando de D. Pedro de Mendoza con rumbo al Río de la Plata e intervinieron en la fundación de Buenos Aires y de Asunción del Paraguay; y D. Diego Pérez Cabeza, que marchó a l Perú en 1.561, y como menestral del virrey López de Velasco y que a su fallecimiento legó cierta cantidad de pesos oro para costear la escultura de la Inmaculada y otras obras en su pueblo de rigen. Y, en fin, sea por su estratégica situación o por el simple albur, lo cierto es que consta la visita de algunos monarcas: así se sabe que otro Alfonso, el undécimo de la dinastía castellana, pernoctó en el lugar en 1342, que el 25 y 26 de febrero de 1502 lo hicieron los Reyes Católicos y el 27 y 28 de febrero de 1526 Doña Isabel de Portugal, de camino a Sevilla para contraer nupcias con el césar Carlos.
Todo lo cual hace que este pueblecillo de Sierra Morena cuente con una historia llena de momentos felices y un presente que le confiere protagonismo con esta actividad ferial que se desarrollará en la primera semana diciembre y dispondrá de 1.000 m² en la Plaza de Abastos para 29 puestos de productores de la Sierra Morena sevillana más 1.600 m² del recinto ferial con 38 stands de artesanía y gastronomía, y 2.500 m² dedicados a zona de ocio, amén de 15 puntos de venta de alimentación callejera y artesanía local, bares y restaurantes.
Estarán presentes los productos agroalimentarios de la comarca (embutidos, vinos, aceites, mantecados, anisados, frutas y verduras, mieles, plantas aromáticas y un largo etcétera) y también habrá trabajos de alfarería, talabartería, manualidades, bordados, artesanía en asta de venado y artes plásticas. El Ayuntamiento ofrecerá itinerarios guiados con visitas a la Iglesia de Consolación en la que se conserva una Inmaculada atribuida a Martínez Montañés; ermitas de la Virgen del Espino y del Cristo de la Misericordia; Cruz del Humilladero; Museo de la Minería y la Historia de la Escritura en el Centro de la Cultura Escuelas Nuevas; exposición del patrimonio artístico y cultural de la Hermandad de Nuestra Señora de los Dolores; y Casa Museo de Costumbres Antiguas. El sábado 9 se celebrará un Belén Viviente, a lo que habrá que sumar exhibiciones de vuelo de aves rapaces, de la Unidad Canina de Rescate y animaciones callejeras durante todos los días de la feria.
Como quiera que El Pedroso está enclavado en la línea ferroviaria que enlaza Sevilla con Mérida, se podrá acceder a la feria por este medio de transporte utilizando a tal efecto el tren especial que circulará los tres días con salida desde Santa Justa a las 9:02 a.m. y regreso a las 18:30 p.m. y precio especial de cinco euros ida y vuelta.
Y para los que deseen aprovechar la oportunidad para disfrutar de un fin de semana en Sierra Morena, a menos de un kilómetro del centro urbano de El Pedroso se encuentra el cortijo La Algamasilla, una casona tradicional totalmente reformada y habilitada como alojamiento rural. Está situada en una finca de dieciséis hectáreas de dehesa y olivar en la que hay caballos y ovejas. Dispone de siete dormitorios, (dos dobles de matrimonio, cuatro dobles individuales y uno triple) todos exteriores, y seis baños, con amplias y acogedoras zonas comunes (porche, barbacoa, patios) además de piscina y una zona hípica.
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