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Entre estos destinos con encanto se encuentra la ciudad francesa de Narbona con un suave clima mediterráneo famosa por su playa y por tener un patrimonio histórico y cultural que es toda una joya, ya que tiene 2.500 años de antigüedad.
Estas son las vistas de las que disfrutan los viajeros desde el tren de Renfe destino Narbona / @CatPress
A pesar de ser una ciudad llena de vida, Narbona es una ciudad tranquila en la que no encontrarás grandes multitudes, aunque en los últimos años su popularidad ha aumentado. Es una ciudad con famosos vinos y bodegas que incluso podrás visitar mientras degustas sus productos. Destaca también su gastronomía, la mezcla perfecta entre la cocina francesa y mediterránea, basada en los mejores productos locales que podrás tastar en su mercado central o deliciosamente cocinado en Les Grands Buffets .
LO QUE TIENES QUE VISITAR EN NARBONA
En tu visita en tren a Narbona no te puedes perder el Canal de la Robinne que fué Declarado Patrimonio Mundial de la UNESCO, y que sigue el antiguo cauce del río Aude. Podrás recorrerlo en bicicleta o a bordo de una embarcación, mientras disfrutas del paisaje.
Los visitantes también podrán acercarse a la Catedral de Saint Just y Saint Pasteur. De estilo gótico, es una gigantesca catedral ubicada en el corazón de la ciudad. Con hasta 41 metros de altura es la cuarta iglesia más alta de Francia, aunque se encuentra inacabada, ya que terminar su construcción hubiera supuesto derribar la muralla de la ciudad de entonces.
Les Halles es una de sus paradas obligatorias porque se trata de un mercado cubierto del siglo XX que está considerado como uno de los más auténticos de Francia. Con hasta 70 puestos permanece abierto casi todos los días del año hasta la hora de comer. ¡Acércate y date un capricho mientras degustas deliciosos productos! Este edificio "Art nouveau", que combina el acero y el vidrio, es el lugar emblemático y de orgullo de los habitantes de Narbona.
Desde la puerta de entrada te sumergirás en el ambiente auténtico del sur: acogedor, ruidoso, con los colores y los olores de sus productos de la tierra, aceitunas, frutas y verduras, especias mediterráneas, quesos, embutidos, marisco…
Tú siguiente estación turística puede ser el Palacio Arzobispal un imponente edifico muestra del poder eclesiástico a lo largo de la historia de Francia. Su enorme torreón Gilles Aycelin, merece una visita, ya que desde lo alto se podrá disfrutar de una de las mejores panorámicas de la ciudad.
Narbona cuenta con l´Horreum unas galerías subterráneas del siglo I a.C, situadas a 5 metros bajo tierra. Los historiadores intuyen que debieron ser parte de los cimientos de un edificio, probablemente de un mercado o almacén, cuyos secretos aún no han desvelado las investigaciones. Un monumento romano muy singular, que sin duda no te puedes perder.
En esta ciudad francesa también se encuentra la Casa Natal de Charles Trénet que es el hogar del artista francés Charles Trénet, famoso compositor y cantante francés que está considerado por muchos como “el padre de la canción francesa” y esta casa sirvió de inspiración al artista.
Construida entre los siglos XII y XVI, la famosa Basílica de San Pablo presenta también para el disfrute del visitante una mezcla de estilos románico y gótico. Existe en su interior una cripta paleocristiana que formaba parte de la necrópolis de los siglos III y IV, en la que se conservan hasta seis sarcófagos.
Cabe recordar además que la estación de Narbona, es la principal estación ferroviaria de la ciudad y donde paran todos los trenes de Renfe y que se encuentra literalmente a 10 minutos a pie del centro de la ciudad.
COMER O CENAR EN LES GRANDS BUFFETS ES UNA EXPERIENCIA INOLVIDABLE
El famoso restaurante Les Grands Buffets, de Narbona, se caracteriza por poner al alcance de todos sus visitantes la alta cocina tradicional francesa en formato buffet. Desde la Edad Media la realeza y la aristocracia francesa, diferenciándose de la inglesa o la rusa, han ofrecido grandes banquetes sirviendo todos los alimentos al mismo tiempo en un "bufet" que invita a cada comensal a componer su menú a criterio de su exigente paladar. En este espacio mágico sentirse como de la realeza rodeados de salones magestuosos y belleza por todos lados es un sueño hecho realidad. Por ello una vez en la vida hay que acercarse a este magnífico restaurante, considerado uno de los mejores del mundo y atesorar esta maravillosa experiencia gastronómica.
Porque el restaurante Les Grands Buffets invita al público a vivir el festín clásico francés en forma de bufets repletos de manjares excepcionales con más de 350 platos diferentes de todo tipo.
M. Olivier Quillaud, director adjunto de Le Gran Buffets explica el funcionamiento del restaurante
Cabe recordar que Les Grands Buffets cuenta desde 2019 con el Guinness World Records a la mayor colección de quesos del mundo en un restaurante, con más de 111 variedades, que a dia de hoy son 115 en total. Este restaurante fué fundado en 1989 por Louis Privat en Narbona y por él pasan más de 360.000 comensales al año. Tiene en su haber la mayor selección de quesos del mundo incluyendo los más representativos de Francia, Italia, Suiza y España.
LÚPULUS UN QUESO CATALÁN CON FINES SOCIALES PRESENTE EN LA CARTA DE ESTE RESTAURANTE
Entre la carta de quesos se encuentra Lúpulus el segundo queso catalán y con valor social que va a servir Les Grands Buffets elaborado por la Muntanyola que tiene un pequeño mostrador con un muro de la fama donde exhiben sus más de diez World Cheese Awards, el Gourmet Quesos nacional o los Lactium de la comarca de Vic. La última placa que han añadido es la incursión en el escaparate del queso mundial más codiciado: el de Les Grands Buffets, de Narbona (Francia). Dado que este restaurante de Occitania, obstenta el récord Guinness de quesos expuestos en un mismo restaurante.
El Lúlupus, queso de vaca semicurado está inspirado en recetas belgas y es uno de los productos con más personalidad de Muntanyola: su color anaranjado y textura cremosa vienen dados por su lavado con cerveza y su curación lenta (de tres a seis meses).
Elaborado por la quesería Muntanyola, de la fundación Ampans. Desde este año este queso catalán con un valor social, ocupa ahora un lugar en los 30 metros lineales de quesos que escogió con mimo y criterio Xavier Thuret, reconocido por ser el mejor artesano quesero de Francia. En el día a día, cuidan de este bufet David Marrant, maestro quesero del restaurante, y sus tres ayudantes, que trabajan para ofrecer diversas selecciones temáticas para que cada comensal descubra o redescubra los grandes clásicos y también, piezas insólitas.
Este queso catalán de textura fina y tierna, conquista a través de un sabor muy equilibrado y ligero amargor. En boca aporta matices de cereal y un sabor típico de los quesos de larga curación. Utilizando leche de vaca de una explotación ganadera con producción y certificación ecológica, este queso tiene una maduración lenta, de dos meses, y en ese tiempo las levaduras estimulan el desarrollo de los fermentos aportando cremosidad, con una textura fina y tierna, y un sabor equilibrado.
HACER QUE EL LUJO DE LA GRANDE MAISON SEA ACCESIBLE PARA TODOS
Les Grands Buffets, es por su facturación el restaurante más grande de Francia. Su ambición: hacer que el lujo de una Grande Maison sea accesible para todos ofreciendo, a discreción, en un menú único el repertorio de platos emblemáticos de la cocina tradicional francesa. Entre ellos el Pato a la sangre, un majar accesible en los restaurantes más exclusivos.
Para gestionar este espacio de la cocina francesa, establecido como una institución, como un reloj, Louis Privat tiene contratadas a 200 personas todas ellas con contratos permanentes en un horario convencional de 36,5 horas semanales, algo que es poco común en la profesión y una buena retribución económica. Esto explicaría en parte que el trato de los empleados hacia a los clientes roce la excelencia y se sientan como en casa.
Su fórmula única en Francia, engloba todos los tesoros del patrimonio gastronómico francés desde el foie-gras en todas sus formas, al bogavante asado o a la americana, callos guisados, cabeza de ternera, cassoulet, morcilla con manzana, ternera a la antigua, tuétano a la flor de sal, sepia a la sétoise y así hasta 350 platos diferentes que un comensal en un mismo día puede degustar preparados con los mejores ingredientes locales y de quilómetro cero.
El sabor de los platos populares franceses elaborados cada día se mezclan con los platos ineludibles de la cocina tradicional francesa. Una esquisitez para cualquier exigente groumet que deberá seleccionar en qué quiere centrarse para no dejarse nada en el plato.
En este gran Buffet se puede dar rienda suelta al apetito componiendo un menú completo según la inspiración de cada comensal. Iniciando su recorrido gastronómico con una parada en el universo de los entrantes, dándose una vuelta por la mesa del marisco, haciendo parada por el asador y a continuación dejandose guiar e impresionar por la espectacular colección de quesos. Para acompañar la comida, se puede elegir en la carta entre una amplia variedad de 70 vinos servidos en copa o botella por los camareros que sirven a los cerca de 500 comensales por servicio.
Los amantes del dulce podrán disfrutar además de una infinidad de postres elaborados por maestros pasteleros desde cero en instalaciones culinarias donde se cuida al detalle la limpieza durante el proceso de elaboración.
Hay infinidad de posibilidades como muestra este vídeo.
En este restaurante la mesa se presenta además con manteles de calidad, elegantes, plasmando en su presentación todo el ceremonial de la comida clásica francesa: copas, vinos en jarra de cristal, cubiertos de carne y pescado, manteles individuales, servilletas delicadamente bordadas… Un cuidado por el detalle que hace de esta comida algo especial.
El mejor crépe que probarás hecho al momento/ @CatPress
Las salas están decoradas por artistas contemporáneos y en su interior se puede saborear a voluntad todo lo que se desee en una carta donde los helados artesanos deben tener un hueco en cualquier estomágo que se precie.
Se recomienda reservar porque suele estar al 100% de su capacidad en cada servicio de comida y cena. Tras callejear por la ciudad para bajar un poco la comida se puede volver a tomar tranquilamente el tren de regreso porque en tan solo 2 horas volveremos a estar en Barcelona y habremos pasado un día para recordar y compartir con nuestros seres queridos.
Les Grands Buffets ofrece un precio de tarifa única de 57,90 euros y en ella, los niños de entre 6 y 10 pagan menos y para los menores de 6 años, el menú es gratuito.
Si todavía no conoces la ciudad de Narbonne y Les Grands Buffets, ¡no te lo pierdas! Pero si todavía tienes dudas, es mejor que te lo explique en menos de cinco minutos su creador M. Louis Privat, fundador de les Grands Buffets
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