Más de 56 millones de nativos americanos fueron asesinados durante cerca de un siglo por colonos europeos, una acción que llevó al abandono y reforestación de grandes áreas agrícolas, con implicaciones para el clima, según investigadores del University College London.
El aumento de árboles y vegetación en un área del tamaño de Francia resultó en una disminución del dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera, según el estudio.
Según este documento, los niveles de carbono cambiaron lo suficiente para enfriar la Tierra en 1.610, unos 200 años después de la llegada de Colón a América (1.492).
"El CO2 y el clima eran relativamente estables hasta entonces", dijo Mark Maslin, profesor de geografía de la UCL, uno de los coautores de la investigación.
"Este es el primer cambio importante que vemos en los gases de efecto invernadero de la Tierra", agregó.
Antes de este estudio, algunos científicos argumentaban que el cambio de temperatura detectado en el siglo XVII, conocido como la Pequeña Edad de Hielo, fue causado sólo por fuerzas naturales.
Pero combinando la evidencia arqueológica que se ha encontrado, los datos históricos y los análisis de carbono encontrados en el hielo antártico, los investigadores de la UCL pretenden mostrar cómo la reforestación --causada directamente por la llegada de europeos-- fue un componente clave del frío global.
"Por primera vez, pudimos equilibrar todo y darnos cuenta de que la única manera en que la Pequeña Edad de Hielo fue tan intensa fue debido al genocidio de millones de personas", dijo Maslin a la 'CNN'.
Para esta investigación, analizaron el hielo antártico, que retiene el gas atmosférico y puede revelar cuánto dióxido de carbono ha estado en la atmósfera durante siglos.
"Los núcleos de hielo mostraron que había una mayor caída de CO2 (de lo normal) en 1610, causada por la tierra y no por los océanos", enfatizó Alexander Koch, autor principal del estudio. Un pequeño cambio de temperatura --alrededor de un décimo de grado en el siglo XVII-- llevó a inviernos más fríos, veranos helados y cosechas fallidas, destacó.
Las implicaciones del estudio van más allá de la ciencia del clima y también contribuyen a la investigación en las áreas de geografía e historia, recordó Maslin, al afirmar que las muertes de indígenas estadounidenses contribuyeron directamente al éxito de la economía europea. Los recursos naturales y los alimentos enviados desde el Nuevo Mundo ayudaron a la población de Europa a crecer.
"Lo más extraño es que la despoblación de las Américas pudo haber permitido inadvertidamente a los europeos dominar el mundo", dijo Maslin, enfatizando: "También permitió la Revolución Industrial.
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