El relevo al frente de la Conferencia Episcopal agita las aguas de la Iglesia

La política también se ha infiltrado en el próximo nombramiento del presidente de la Conferencia Episcopal Española. Mientras que la candidatura del cardenal de Barcelona, Juan José Omella, es bien vista por el Gobierno, en el Partido Popular existe preocupación sobre quién va a dirigir a los obispos.

Según informa 'El Confidencial Digital', se ha iniciado una serie de contactos discretos entre Génova y personalidades destacadas de la Iglesia Católica para valorar quiénes son los "presidenciables" de la Conferencia.

El cardenal de Barcelona, Juan José Omella

Los populares temen que la curia se posicione de forma ambigua con asuntos como Catalunya o la eutanasia que van a marcar la próxima legislatura. Aunque también hay disensiones en el seno del PP sobre qué relación deben mantener con la propia Iglesia.

Mientras que una línea, representada por Jorge Fernández Díaz, defiende mantener una cercanía con el mundo clerical, otras personas dentro del PP defienden una orientación más pragmática y menos estrecha con la Iglesia.

Quizá el elemento que pueda tranquilizar los ánimos sea el posicionamiento de Roma. El Vaticano podría "entrar en campaña" con un candidato impuesto desde la sede de San Pedro. Este podría ser el actual arzobispo de Valencia, el cardenal Cañizares, que se muestra disponible para asumir el cargo.