Un camionero de Terrassa llama borracho a la Guardia Civil para que lo detengan, conseguir el paro y jubilarse

Redacción

"Si no viene la patrulla continuaré el viaje y puedo provocar un accidente", estas son las palabras que pronunció un camionero de Terrassa, de 56 años, tras llamar a la Guardia Civil y advertirles que se encontraba borracho en un área de descanso de la AP-68. Se dirigía a Bilbao. 


Guardia civil



Ante la alerta del conductor, los agentes se personaron en el lugar y localizaron el vehículo.

Dentro estaba el camionero, con síntomas evidentes de embriagadez y pidiendo que lo detuviesen porque había bebido mucho alcohol. Amenazó incluso con golpearles o con lanzarse a la carretera para que lo atropellase un coche.


Los guardias civiles tuvieron que esperar un rato para conocer el verdadero motivo de tal espectáculo: el conductor había decidido emborracharse para conseguir que lo detuviesen y así, ser despedido de su empresa. "Quiero vacaciones, cobrar el paro y luego jubilarme", dijo el camionero de Terrassa mientras amenazaba con agredir a los agentes. 


Como se hace habitualmente, el conductor fue sometido a un test de alcoholemia, donde dio una tasa de 0,84 miligramos por litro de alcohol en aire respirado. Es decir, sobrepasaba en casi cinco veces la tasa máxima permitida para profesionales, que es de 0,15 miligramos por litro. 


Conducir bajo los efectos del alcohol con tasas superiores a 0.60 miligramos por litro está recogido en el artículo 379 del Código Penal y puede ser castigado de forma alternativa con penas de prisión de entre tres y seis meses, multa de entre 6 y 12 meses y trabajos en beneficio de la comunidad de entre 31 y 90 días. 


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