Estamos en pleno agosto y uno de los destinos preferidos por los catalanes, sin duda, es la Costa Brava (Girona). Hay infinitos motivos para perderse por esta parte del litoral: sus playas, su gastronomía, sus Caminos de Ronda, la belleza de los paisajes donde se entremezclan el mar y la montaña y, sin duda, sus pueblos.
En CatalunyaPresss hemos hecho una lista con los cinco pueblos que modestamente creemos que merece la pena visitar. Se trata de villas medievales conservadas perfectamente hasta nuestros días, sitios donde pasear para perderte en el pasado.
En el Baix Empordà, el municipio de La Pera incluye pedanías agregadas como Pendrinya, Púbol y Riuràs. Se trata de un pueblo medieval e histórico donde fue citado por primera vez en el año 982, en un documento el cual tiene en posesión el Monasterio de Santa Maria de Ripoll.
Como buen pueblo histórico, puede presumir de haber dado cobijo a personajes importantes, entre los que se puede destacar el famoso pintor Salvador Dalí, que residió en el castillo de Púbol en el año 1970. Este artistas recibiría doce años después el título de marqués de Púbol en el año 1982.
Si pasas por La Pera, es indispensable ver: la Iglesia de San Isidoro de la Pera, el Nucleo medieval de La Pera, el Castillo de Púbol, la Iglesia de San Pedro de Púbol, la Iglesia de San Andrés de Pedrinyà y la Ermita de San Rafael y la Mare de Déu dels Àngels en Riuràs.
Begur cuenta con alguna de las mejores playas para practicar snorkel, pero además también es un pueblo medieval que merece muchísimo la pena conocer. El casco antiguo de este pueblo, que se encuentra rodeando los restos del antiguo castillo, es un paseo muy recomendable y lleno de historia.
Además, si subes hasta lo alto, podrás disfrutar de alucinantes vistas tanto del Mediterráneo como del pueblo. Por supuesto, en Begur encontrarás playas cristalinas y preciosas que son ideales para darte un chapuzón y vivir la Costa Brava en toda su esencia.
Por suerte, este pueblo sigue siendo virgen y aún no ha sido víctima del turismo masivo. A menos de 5 km de Monells (otra joya a visitar que no saldrá en esta lista), la piedra, los arcos y las estrechas calles medievales vuelven a ser los protagonistas en el pueblo de Madremanya. Un lujo por el que pasear mucho más tranquilo porque, a pesar de que puede rivalizar en belleza con aquél, es mucho menos conocido y turístico.
Vulpellac es un pueblo medieval de que pertenece a la población de Peratallada, - que también merece la pena visitar-. Vulpellac está considerado como bien cultural de interés nacional como conjunto histórico.
El casco antiguo conserva características medievales, entre sus elementos arquitectónicos de origen medieval más destacables encontramos la iglesia parroquial de Sant Julián y santa Basilisa se trata de un edificio de estilo gótico y el castillo palacio se pueden observar también varios restos de la antigua muralla.
Dar un paseo por las calles del Casco Viejo es una delicia.
Peralada se fundó como un poblado ibérico aproximadamente en el año 500 A.C, así que pocos sitios tienen más historia que este municipio. Tiene aproximadamente 2.000 habitantes.
Peralada está situada en el Alt Empordà y conserva diferentes edificios de la época medieval, se trata de una zona eminentemente agrícola y vitivinícola, que produce una gran variedad de vinos bajo la denominación de origen Empordà.
Entre los elementos más destacables de origen medieval encontramos el Claustro de Sant Doménec fechado en el siglo XII se trata del elemento de arquitectónico de origen románico mas relevante de la población. También es imprescindible visitar el Castillo de Peralada.
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