Byron Schlenker y su hija Emily, de Syracuse (Nueva York) han entrado en el Libro Guinness de los Récords por tener las lenguas más anchas del mundo.
La de él mide 8,6 centímetros de ancho, solamente dos centímetros más que un iPhone 6. Y su hija no se queda atrás: 7,3 centímetros.
Byron se dio cuenta hace unos meses de que podría batir este récord. Estaba ayudando a su hija con un trabajo escolar cuando al buscar en el Libro Guinness encontró que la lengua más ancha del mundo era la de un chico australiano de 7,9 centímetros.
En ese momento, Byron, de 47 años, se preguntó cómo sería de ancha la suya, decidió medírsela y se encontró con la sorpresa. Varios meses más tarde fue galardonado junto con su hija, que ostenta el récord femenino.
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