Josep Maria Roig (Pastelería La Colmena): "Siempre es agradable que reconozcan tu trabajo"
La pastelería ganó el premio al Mejor Turrón de Yema Quemada de España 2022 concedido por el Gremio de Pastelería de Barcelona
Hace unos días, la Pastelería La Colmena, un emblemático comercio situado en el número 12 de la plaça de l'Àngel de Barcelona, ganó el premio al Mejor Turrón de Yema Quemada de España 2022 concedido por el Gremio de Pastelería de la capital de Catalunya. Es el primer año que el gremio organiza este concurso.
"Siempre es agradable que reconozcan tu trabajo, aunque no trabajemos para ganar premios", explica a Catalunya Press el propietario de la pastelería, Josep Maria Roig. Y en cierto modo tiene razón: La Colmena es una institución en la ciudad, un negocio que tiene más de un siglo de trayectoria profesional. "Si nos han dado el premio y vendemos lo que vendemos es porque hacemos las cosas bien", añade Roig.
Al concurso se presentaron 52 participantes (de diversas ciudades de España) que prepararon sus turrones usando únicamente almendra, yema de huevo, lácteos, azúcares y aromatizantes, quemándolos por una o varias caras, pero el mejor fue el que prepara Toni Roig.
"El turrón de yema es el postre de la Navidad", afirma, rotundo, Roig, que dice que hay otras variedades que se venden más o menos en función de los años, pero que este es "un clásico que no falla". "Siempre ha sido así", apunta el propietario de La Colmena.
REIVINDICACIÓN DE LO ARTESANO
Durante la conversación, Roig hace una apasionada y encendida defensa de lo artesano. "Las pastelerías somos quién conserva la tradición, lo que hacemos no tiene comparación con los turrones industriales que se pueden encontrar en supermercados y grandes superficies", expone Roig, que dice que son "una apuesta segura".
El pastelero reivindica que "no lo hacemos con antelación, nuestro trabajo es casi sobre la marcha", lo que, a la práctica, significa que se hace con un producto fresco, de proximidad y de máxima calidad.
De hecho, este proceso 'lento' se nota incluso en la forma de atender a los clientes. "Cada venta se nos alarga un poco", explica Roig, que está "seguro" que este 2022 será, en cuanto a las ventas, mejor que 2020 y que 2021.
PRESUMIR DE CLIENTELA "DE TODA LA VIDA"
Y es que cuando llevas más de un siglo de excelencia en tu trabajo, es habitual que tus clientes vuelvan. "Es cierto que hay una parte del trabajo estacional, pero por ejemplo tenemos clientela fiel que en diades señaladas, como la Navidad, no falla", apunta Roig, que saca pecho de estos clientes de toda la vida.
"Los que tienen la tradición de venir siguen haciéndolo", reflexiona, asegurando que la venta diaria es de otro tipo. "En el barrio donde estamos hay muchos vecinos que se han ido, pero aún así, en fechas señaladas, mucha gente son los de siempre", añade.
La Colmena, como explican en su página web, lleva "dsde 1849 endulzando Barcelona". Y es que aunque se desconoce la fecha exacta de su fundación, se sabe que su nombre original fue el de Ca l’Abella, por el nombre de una antigua confitería en la actual calle de la Baixada de la llibreteria.
La familia de Roig, concretamente sus abuelos (Josep y Francesc Roig Manubens) compraron, en 1927, el negocio que ahora regenta su nieto. Toni, bisnieto de Francesc e hijo de Josep Maria, es quien se encarga en la actualidad de elaborar los caramelos del modo tradicional junto con otros dulces típicos de la pastelería catalana.
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