Indignación en Barcelona: desahucian a una mujer de 80 años de su piso en Sants

Un fuerte dispositivo policial ejecuta el desahucio de la Pepi, mientras el mercado no ofrece alternativas habitacionales que pueda pagar con su pensión

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Barcelona (9)
Barcelona - CANVA

 

Este lunes se ha consumado en Barcelona otro desahucio inhumano que deja sin hogar a una mujer de 80 años, Josefa Viu, conocida como la Pepi en el barrio de Sants, donde llevaba residiendo desde 2014. Según ha informado el diario Tot Barcelona, tras dos intentos previos, los Mossos d’Esquadra han ejecutado el lanzamiento definitivo gracias a un amplio dispositivo de los ARRO, que ha obligado a cortar la calle de Sants.

La Pepi ya tenía sus últimas pertenencias apiladas en la acera, preparada para un final que se veía venir. “Ya he tirado muchas cosas y otras las he dado”, explicaba al citado medio sentada frente al portal del que fue su hogar durante más de una década. La presencia de más de 50 manifestantes y el apoyo del Grup d’Habitatge de Sants no han sido suficientes para detener la intervención policial.

El origen del desahucio se remonta a principios de 2023, cuando falleció la propietaria del piso y los herederos intentaron vender el inmueble o reservarlo para un familiar. Desde entonces, la Pepi no ha encontrado ninguna vivienda que pueda asumir con su pensión de jubilación de 800 euros, mientras que los alquileres en la ciudad no bajan de los 1.000 euros.

En estos momentos, esta vecina octogenaria vive en un hostal ofrecido temporalmente por los servicios sociales, mientras guarda sus cosas en un trastero. A pesar de que tiene problemas de movilidad, las únicas alternativas ofrecidas han sido albergues o residencias que no puede pagar ni se adaptan a su situación. Tampoco los pisos ofrecidos por la administración hasta ahora han cumplido los requisitos mínimos para una vida digna.

La escena ha sido especialmente dolorosa y simbólica: mientras unos vecinos se paraban a despedirse, otros simplemente ignoraban la protesta. Cuando la policía ha irrumpido en la calle, la emoción ha desbordado a la Pepi, que ha agradecido el apoyo de quienes la han acompañado: "Son once años de vida: amistades, conocidos… Si tengo que irme, no pasa nada. Estoy contenta de que estéis aquí", recoge Tot Barcelona.

Este caso vuelve a poner el foco en una realidad insoportable: el mercado inmobiliario y la inacción de las administraciones siguen dejando en la calle a personas mayores, vulnerables, sin alternativas reales ni recursos para vivir con dignidad.

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