En un momento histórico para la capital catalana, el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, ha confirmado este sábado en una entrevista en Cope Catalunya que la ciudad refuerza su liderazgo internacional al asumir la vicepresidencia de Eurocities, la red que agrupa a las principales metrópolis europeas. Según ha informado la propia emisora en un comunicado, Collboni ha destacado que este cargo sitúa a Barcelona “en el centro de las decisiones clave de la agenda urbana europea”.
Este paso supone un avance decisivo para la proyección global de Barcelona y su capacidad para influir en políticas fundamentales, especialmente en el ámbito de la vivienda social. Collboni ha asegurado: “Aprovecharemos la fuerza de Eurocities para conseguir más recursos para construir vivienda social en las ciudades”, subrayando el compromiso del Ayuntamiento con la lucha contra la crisis habitacional.
Pero la ambición no termina aquí. El alcalde ha avanzado que, si se confirma la hoja de ruta prevista, Barcelona podría convertirse en la presidenta de la red Eurocities en 2027, un hito sin precedentes que consolidaría aún más la influencia de la ciudad en Europa: “Algo inédito hasta ahora”.
Una apuesta firme por la vivienda y la fiscalidad justa
En otro plano de actuación, Collboni ha anunciado que en las próximas semanas podría cerrarse un acuerdo para flexibilizar la reserva del 30% de vivienda protegida en nuevas promociones en Barcelona, una medida vigente desde 2018 que busca adaptarse a las necesidades actuales del mercado y facilitar la construcción de más viviendas asequibles.
Además, ha mostrado su voluntad de impulsar una rebaja fiscal: “Estoy dispuesto a bajar los impuestos a familias y pymes a través del IBI, retocando la fiscalidad turística”. En este sentido, ha defendido que es “bastante razonable” que los visitantes contribuyan a los servicios que utilizan, reflejando una postura equilibrada entre impulso económico y sostenibilidad social.
Medidas para combatir la masificación turística
Por último, el alcalde ha señalado que el Ayuntamiento está trabajando conjuntamente con el Port de Barcelona para suprimir dos terminales de cruceros, una iniciativa destinada a evitar la masificación turística en el centro histórico, un problema que ha tensionado la convivencia y la calidad de vida en la ciudad durante años.
Con esta combinación de liderazgo internacional y políticas locales ambiciosas, Barcelona se prepara para un periodo de transformación que aspira a consolidar su rol como referente urbano europeo, con un fuerte compromiso social y un modelo sostenible.
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