La vigilancia en carretera se intensifica en Barcelona: dos nuevos radares clave entrarán en acción en septiembre

El Ayuntamiento de Barcelona refuerza su compromiso con la seguridad vial en la ciudad con la instalación de dos nuevos radares en la Ronda del Litoral (B-10). Estos dispositivos, situados en el punto kilométrico 16,1 (Zona Franca), uno en cada sentido de la marcha, comenzarán a multar el próximo mes de septiembre. Ambos radares están configurados para controlar la velocidad máxima permitida de 80 kilómetros por hora. La medida, según un comunicado del consistorio, se enmarca en la estrategia municipal para "incrementar la seguridad vial y reducir los siniestros viales en la ciudad".

Ubicación estratégica basada en la siniestralidad

La elección de la ubicación de estos dos nuevos radares no es aleatoria. El Ayuntamiento ha explicado que la decisión ha sido el resultado de una valoración conjunta entre el Área de Movilidad y la Guardia Urbana, tras un exhaustivo análisis de los datos de siniestralidad. El objetivo principal es "cubrir aquellos puntos donde se detecta un mayor número de siniestros". Esta iniciativa llega después de que el ejecutivo municipal haya actualizado los contratos de mantenimiento de los radares para integrar tecnología más avanzada. Además de los dos nuevos dispositivos en la Ronda del Litoral, se contempla la renovación de otro radar existente en la Ronda de Dalt.

Tecnología avanzada para mayor control y prevención

Fuentes del ejecutivo municipal defienden que "el hecho de disponer de nueva tecnología -en los nuevos radares- y renovar la existente -en el de la Ronda de Dalt- permite un mayor control del cumplimiento de la velocidad, evitar infracciones y, en definitiva, evitar siniestros e incrementar la seguridad vial en la ciudad". Esta modernización tecnológica busca una mayor eficacia en la prevención de accidentes.

La eficacia de los radares existentes

El Ayuntamiento de Barcelona ha destacado la efectividad de los radares ya operativos. Un balance público reciente muestra que una decena de radares en la ciudad impusieron cerca de 150.000 multas entre enero y noviembre de 2024. De estos, siete se encuentran en las entradas y salidas de la ciudad, destacando la Ronda de Dalt y la Avenida Meridiana. Precisamente, el radar más sancionador de Barcelona se ubica en el número 563 de la Meridiana, un punto crítico donde los conductores deben reducir bruscamente la velocidad de 80 km/h a 50 km/h al venir de la AP-7. Este radar acumuló 30.567 multas en los primeros once meses de 2024. El segundo radar con más sanciones se encuentra en la Ronda de Dalt, a la altura de Nou Barris, y el tercero en la Via Augusta, 331, cerca de los túneles de Vallvidrera. La instalación de estos nuevos radares en la Ronda del Litoral busca replicar esta efectividad en un nuevo punto clave de la red viaria barcelonesa.