Emisiones récord: incendios en España alcanzan el pico de carbono en 23 años
Los incendios que han asolado el noroeste de España durante la primera quincena de agosto han desencadenado una crisis ambiental de proporciones nunca antes vistas.
Los incendios que han asolado el noroeste de España durante la primera quincena de agosto han desencadenado una crisis ambiental de proporciones nunca antes vistas. (Archivo Europa Press)
Según el Servicio de Monitoreo Atmosférico de Copernicus (CAMS), las emisiones de carbono acumuladas por estos fuegos en 2025 ya han superado cualquier registro anterior en los últimos 23 años. Lo que comenzó como un brote de incendios estacionales se ha convertido en el total anual más alto de emisiones de carbono en la historia del país.
Humo tóxico
El impacto de estos incendios va mucho más allá de las zonas afectadas directamente. Las redes de vigilancia de la calidad del aire han detectado que las concentraciones de partículas finas PM2.5, altamente dañinas para la salud, han superado con creces las directrices de la Organización Mundial de la Salud (OMS). El humo, cargado de partículas tóxicas de ceniza, se ha propagado a cientos de kilómetros, llegando incluso a países como Francia, el Reino Unido y Escandinavia. La Sociedad Española de Epidemiología (SEE) ha emitido una seria advertencia, relacionando el humo de los incendios con un aumento de la mortalidad por causas respiratorias y cardiovasculares. Además, señalan otros riesgos, como partos prematuros, bajo peso al nacer, problemas de seguridad alimentaria y malnutrición, así como la afectación de la salud mental de las poblaciones.
Las emisiones de carbono acumuladas por estos fuegos en 2025 ya han superado cualquier registro anterior en los últimos 23 años (COPERNICUS ATMOSPHERE MONITORING SERVICE)
Incendios, despoblación y cambio climático
La SEE subraya que la convergencia de incendios masivos, deforestación y el cambio climático constituye una "amenaza real y creciente para la salud pública". Expertos advierten que el cambio climático no solo potencia la virulencia de los fuegos, sino que también dificulta su extinción. Un estudio del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente predice que los incendios forestales podrían aumentar hasta un 30% para 2050 y un 50% para finales de siglo. Además de la emergencia climática, estos incendios contribuyen a la despoblación de zonas ya vulnerables. Esto genera consecuencias sociales y de salud, como el desarraigo de las comunidades y un menor acceso a servicios sanitarios. La SEE concluye que la atención a las personas en situación de vulnerabilidad debe ser una prioridad, garantizando el acceso a medicamentos, alimentación y apoyo psicológico. La magnitud de estos eventos requiere una preparación y una respuesta inmediata que integre la perspectiva de la salud pública, ya que los incendios y otros fenómenos meteorológicos extremos serán cada vez más frecuentes.
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