La investigación de la WWA: el cambio climático multiplica en 40 veces el riesgo de incendios en la Península Ibérica
Un análisis del grupo de investigación World Weather Attribution (WWA) ha revelado que las condiciones de calor, sequedad y viento provocan una rápida propagación de los fuegos.
Según una nueva investigación, el cambio climático hizo que las condiciones meteorológicas que alimentaron los devastadores incendios forestales de este verano en la Península Ibérica . Las llamas, impulsadas por temperaturas superiores a los 40 °C y fuertes vientos, se propagaron con una velocidad sin precedentes.
Un balance catastrófico
En lo que va de 2025, se han quemado alrededor de 380.000 hectáreas en España, una cifra que sitúa este año como el quinto con la mayor superficie quemada desde que se iniciaron los registros en 1961.
En Portugal, la situación es igualmente grave, con unas 260.000 hectáreas arrasadas, casi cinco veces el promedio anual. En total, los incendios en ambos países han consumido 640.000 hectáreas, una extensión equivalente a un 1% de la superficie total de la Península Ibérica.
Los incendios han afectado especialmente a zonas del norte de Portugal y del noroeste de España, incluyendo Galicia, Asturias y Castilla y León. Áreas naturales protegidas como el Parque Nacional de los Picos de Europa y el Parque Nacional de Gerês han sido dañadas, afectando el hábitat de especies en peligro de extinción, como el urogallo, la cigüeña negra y el oso pardo.
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El factor humano y la sobrecarga de recursos
Un análisis del grupo de investigación World Weather Attribution (WWA) ha revelado que las condiciones de calor, sequedad y viento que provocaron la rápida propagación de los fuegos son ahora 40 veces más frecuentes y un 30% más intensas en comparación con un clima sin cambio climático.
Antes del calentamiento global, un episodio de calor extremo como el vivido en la Península Ibérica se esperaría una vez cada 2.500 años. La situación se ha visto agravada por la despoblación rural, que ha llevado al abandono de tierras forestales y al aumento de la vegetación, proporcionando un combustible ideal para los incendios. Además, los expertos advierten que la ocurrencia simultánea de incendios de esta magnitud en toda Europa está sobrecargando los recursos de extinción.
Por primera vez, España activó el Mecanismo de Protección Civil de la Unión Europea para solicitar ayuda internacional, una medida a la que también recurrieron otros países como Grecia, Bulgaria y Albania.
Los incendios forestales en Europa demuestran que el calentamiento global de 1.3 °C actual ya es "increíblemente peligroso".
La experta del estudio concluye que, sin una transición más rápida para dejar de usar combustibles fósiles, el mundo podría enfrentar incendios aún más catastróficos.
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