Las pinturas de Sant Esteve de Andorra atraen a casi 12.000 visitantes el primer año
La exposición de estas obras murales al Espacio Columba genera un incremento del 40% en el número de personas que se aproximan al museo, que también aumenta la participación en las actividades culturales relacionadas.
Entre el 1 de agosto de 2024 y el 31 de julio de 2025, 11.988 personas han visitado las pinturas murales de Sant Esteve de Andorra la Vella, concretamente las piezas conocidas como ‘El beso de Judas’ y ‘La flagelación’. Este volumen supone un incremento del 40,7% respecto al año anterior, en que solo se podían contemplar los frescos de la iglesia de Santa Coloma, con 8.521 visitantes registrados.
Este aumento demuestra un interés creciente tanto por parte de la población local como de los turistas, que ahora tienen la oportunidad de disfrutar de este valioso tesoro artístico en un espacio especialmente preparado para su exhibición.
Un acuerdo clave para la recuperación patrimonial
Este viernes, coincidiendo con el primer aniversario de la llegada de las pinturas a Andorra, el Gobierno ha hecho públicos estos resultados, destacando que la operación es fruto de un acuerdo de compraventa con los antiguos propietarios. Esta acción se enmarca dentro de las políticas culturales del Ministerio de Cultura andorrano, que trabaja para recuperar el patrimonio histórico disperso fuera de las fronteras del Principado.
Este retorno no solo es un hito en la preservación del legado histórico, sino que también reafirma la voluntad del país de proteger y divulgar su identidad cultural.
Actividades culturales y educativas que llegan a toda la comunidad
La repercusión de las pinturas murales también se nota en la participación ciudadana en actividades vinculadas a las obras. Durante este periodo se han organizado 38 eventos relacionados con las pinturas, que han contado con la participación de 1.520 personas. Además, 1.100 escolares han participado en visitas guiadas y talleres didácticos, contribuyendo a la difusión y comprensión del patrimonio artístico e histórico entre las nuevas generaciones.
Un tesoro artístico medieval de gran valor
Las pinturas murales forman parte de una serie de obras de estilo 1200 propias del arte medieval pirenaico que decoraban la iglesia de Sant Esteve. Estas piezas, que tienen un alto valor artístico y espiritual, fueron extraídas y dispersadas durante el siglo pasado. Su recuperación ha permitido devolver a Andorra un elemento esencial de su historia cultural y religiosa.
Gracias a esta restitución, andorranos y visitantes tienen ahora la oportunidad de conectar con una parte fundamental de la historia del Principado y de su herencia artística.
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