Catalunya celebra los 650 años del Atlas Catalán, la joya medieval que dibujó el mundo
La Generalitat impulsa unas jornadas internacionales para homenajear la obra cartográfica creada en 1375. Los actos tendrán lugar en el Palau Major de Barcelona con expertos de todo el mundo que analizarán su relevancia histórica y artística.
El legado científico y artístico de la Corona de Aragón vuelve a cobrar protagonismo este año con la conmemoración del 650 aniversario del Atlas Catalán, una de las obras cartográficas más sobresalientes de la Edad Media. La Generalitat de Catalunya ha querido poner en valor esta creación excepcional, que situó a la cartografía catalana entre las más avanzadas del mundo en el siglo XIV.
Una efeméride con proyección internacional
El Atlas Catalán, elaborado en 1375, se atribuye al judío mallorquín Cresques Abraham y a su hijo Jefudá. El mapa, que combina conocimiento geográfico con elementos simbólicos y artísticos, ofrece una sorprendente visión detallada del mundo conocido en aquella época. “Es una de las obras más importantes de la cartografía medieval”, destaca la Generalitat en un comunicado.
Para conmemorar esta efeméride, el Institut Cartogràfic i Geològic de Catalunya (ICGC) y el Museu d’Història de Barcelona (MUHBA) han organizado unas jornadas internacionales en el Palau Major de Barcelona. El evento reúne a especialistas en historia, arte y geografía que analizarán el impacto científico y cultural de esta obra maestra.
El genio de los Cresques y el mecenazgo real
La creación del Atlas Catalán fue fruto de un encargo directo de la dinastía catalana al taller de la familia Cresques, establecido en Palma de Mallorca. La obra debía ser un obsequio para el rey de Francia, Carlos V, como muestra del prestigio y la sabiduría de la Corona de Aragón. El resultado fue una pieza excepcional, compuesta por seis hojas iluminadas que combinan texto e imagen con un detallismo sorprendente.
El atlas no solo representaba rutas comerciales y territorios conocidos, sino que también incorporaba información económica, referencias bíblicas y leyendas orientales. El uso de oro, pigmentos raros y minuciosas miniaturas convierte al Atlas Catalán en una auténtica obra de arte de la ciencia medieval.
Actualmente, la obra se conserva en la Biblioteca Nacional de Francia, donde sigue despertando admiración entre historiadores y visitantes de todo el mundo.
Símbolos, belleza y conocimiento
Entre las ilustraciones del Atlas Catalán destaca una de las representaciones más antiguas de una rosa de los vientos, ricamente decorada e iluminada. También aparecen monarcas, mercaderes, criaturas mitológicas y escenas de la vida cotidiana de distintas regiones. Estas imágenes, más allá de su valor artístico, reflejan cómo los cartógrafos medievales fusionaban ciencia y creatividad para interpretar el mundo.
Los expertos coinciden en subrayar el carácter innovador del atlas, que expresa una visión abierta y curiosa del planeta en una época en la que el comercio marítimo y los viajes de exploración eran esenciales para el desarrollo europeo.
Un legado que trasciende el tiempo
Con esta conmemoración, Catalunya reivindica el papel central que tuvo en la historia de la cartografía universal. “El Atlas Catalán es un testimonio del talento, el rigor y la creatividad de una época en la que el conocimiento no tenía fronteras”, han destacado los organizadores de las jornadas.
Las sesiones académicas en el Palau Major forman parte de un programa más amplio de actividades de divulgación, que incluye exposiciones, conferencias y propuestas educativas a lo largo del año, con el objetivo de acercar este legado único al público general.
Escribe tu comentario