Así es la obra secreta de la Infanta Cristina en su piso de Pedralbes

La Infanta Cristina continúa alejada del foco mediático, centrada en su nueva etapa de vida entre Ginebra y Barcelona, y volcada en uno de sus grandes proyectos personales: la reforma integral del piso de Pedralbes que volvió a comprar en 2024. La vivienda, situada en uno de los barrios más exclusivos de la capital catalana, fue el hogar familiar donde vivió con Iñaki Urdangarin y crió a sus cuatro hijos.

Ahora, esa casa de aproximadamente 300 metros cuadrados, con cuatro habitaciones, tres baños, trastero, dos plazas de garaje y una amplia terraza, está siendo objeto de una profunda remodelación. La Infanta no ha escatimado en detalles y, según informa Vanitatis, ha contratado a una de las constructoras que trabajó en la Sagrada Familia, la misma que colocó la estrella en la torre de la Virgen en 2021.

Este movimiento refuerza la magnitud de la obra, que no es menor, y refleja el deseo de Cristina de renovar completamente un espacio lleno de significado. La reforma avanza poco a poco, y se espera que esté lista este verano, aunque la Infanta no planea residir allí de forma permanente. El inmueble funcionará como refugio privado durante sus visitas a España y estará también a disposición de su hijo Pablo Urdangarin, quien se ha implicado de lleno en el proyecto.

El joven deportista se encarga de supervisar las obras en persona, visitando el piso siempre que su apretada agenda deportiva se lo permite. Cristina ha delegado en él la responsabilidad de garantizar que los trabajos avancen correctamente.

Desde su separación de Urdangarin en 2022 y la firma del divorcio a finales de 2023, la Infanta mantiene un perfil extremadamente discreto. En un momento en que la figura de su padre, el rey emérito, vuelve a ser noticia por diversas polémicas, ella se mantiene al margen, enfocada en sus hijos y en su labor en la Fundación La Caixa.

Fuentes cercanas a su entorno aseguran que Cristina, que cumple 60 años el próximo 13 de junio, se encuentra en un momento personal de tranquilidad y estabilidad, tras años complicados. Su decisión de reformar su antiguo hogar simboliza también un cierre de etapa y el inicio de una vida más serena y centrada en lo esencial.