La final de Eurovisión 2025 ha dejado más polémica que música. La periodista Marta Riesco, enviada especial del programa La Familia de la Tele (RTVE), ha denunciado que la organización del certamen estuvo a punto de expulsarla de la sala de prensa, al preguntar por qué se estaba restringiendo el trabajo de la prensa española.
Durante la gala, se impidió a Radio Nacional de España (RNE) realizar un directo desde el espacio de prensa, y se interrumpió la grabación de un reportaje que Riesco estaba elaborando para su programa. Según la reportera, otras delegaciones sí pudieron grabar con normalidad, lo que llevó al equipo español a pedir explicaciones. La respuesta que recibió fue contundente: “Una pregunta más y te vas a la calle”, en lo que se ha interpretado como un intento de silenciar a RTVE.
Restricciones tras un mensaje en apoyo a Palestina
Estas tensiones se produjeron horas después de que RTVE emitiese un rótulo en defensa de Palestina justo antes del inicio de la gala: “Frente a los derechos humanos, el silencio no es una opción. Paz y justicia para Palestina”. Según diversos medios, la Unión Europea de Radiodifusión (UER) había advertido a la televisión pública española tras las quejas de la cadena israelí KAN, por comentarios realizados durante las semifinales por Julia Varela y Tony Aguilar.
RTVE modificó su cobertura para evitar nuevas sanciones, optando por introducir el mensaje al inicio del evento. Sin embargo, la tensión aumentó durante la retransmisión: representantes de la UER se acercaron al equipo de RTVE para exigir que no grabaran ni emitieran desde el recinto de prensa, alegando que algunas delegaciones habían expresado quejas.
Periodistas presentes en Basilea, como Andrea M. Rosa del Pino de El Mundo, confirmaron que las restricciones afectaron solo a los medios españoles, a pesar de que el material no se estaba emitiendo en directo y que se trataba de grabaciones previstas para días posteriores. El portal Shufflin’ también denunció la situación y apuntó a un trato desigual respecto a otros países.
La UER lo justifica como “neutralidad”
La UER ha justificado las medidas afirmando que no se permite emitir “declaraciones políticas” durante el festival, defendiendo que Eurovisión es un evento apolítico bajo el lema “Unidos por la música”. Sin embargo, la presión sobre RTVE y los obstáculos a su cobertura han reavivado el debate sobre libertad de prensa y el papel del certamen ante conflictos internacionales como el de Gaza.
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